miércoles, 27 de noviembre de 2024
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El Santo Cura de Ars, el "violín de una sola cuerda"

Redacción (Lunes, 08-09-2014, Gaudium Press) La platea tenía toda la razón para estar en un «suspenso»: el famoso violinista (Niccolo Paganini, nacido en Italia en 1782) ejecutaba con maestría una difícil partitura y ya había reventado la primera y segunda cuerdas del violín. A pesar de eso, el músico continuaba tocando con apenas dos de las cuerdas. Pero esa también se soltó…

1.jpgCon una sola cuerda, él concluyó la música en la perfección.

Aplausos – bien merecidos -, vivas y un grito resonaron en el teatro.

Ese hecho quedó para la historia de la música, pues, con el mínimo de recursos el artista supiera sacar la música en la perfección.

En la Iglesia existe un Santo que, por así decir, fue violinista con una cuerda sola: San Juan Vianney – conocido también como el Cura d’Ars. Pero hay un «detalle»: el violinista era el propio Dios…

Juan María Vianney nació en Francia en una época conturbada por la Revolución que vendría a causar cerca de doscientos mil muertos, comenzando por el Rey Luís XVI, por la Reina María Antonieta y millares de nobles. Esta Revolución reservaba, sin embargo, el mayor de sus odios contra la Iglesia Católica, a la cual persiguió, guillotinó centenas de Sacerdotes, destruyó o saqueó innúmeras iglesias, muchas de ellas verdaderas obras de arte.

Pasada la primera oleada de esa tormenta, cierta «paz» se estableció: Napoleón se auto proclamó emperador y necesitaba de soldados para esparcir por toda Europa los maleficios que se habían abatido sobre Francia.

En esa época Juan Vianney es convocado para el ejército, pero consiguió librarse. Hijo de una familia pobre, sin embargo de sólida formación religiosa, Juan aprendiera a practicar las virtudes desde pequeño. Una cosa, entretanto, hacía de él, como decíamos, el «violín de una sola cuerda»: era poco inteligente, tenía extrema dificultad en aprender, a tal punto que pasaba «raspando» en los varios años del seminario. Pero su práctica eximia de las virtudes llevó a los superiores a admitirlo al sacerdocio, pues «precisamos de virtudes, más que de saber», que fue el argumento decisivo.

Fue entonces enviado para la minúscula ciudad de Ars, cuyos habitantes se daban a innúmeros vicios: bebedera, blasfemia, trabajo los domingos, frecuencia de los innúmeros cabarés, etc. El Padre Vianney decía incluso: «En este medio, tengo miedo hasta de perderme».

Su vida de piedad, en especial la gran devoción a la Santísima Virgen, penitencias frecuentes y su celo por la conversión del pueblo a él confiado, lo mantuvieron no solo firme en las virtudes, sino en el progreso en ellas.

2.jpgDe ese modo dentro de algún tiempo había traído considerable parcela de la población de vuelta a la práctica de los mandamientos y su fama de santidad y hasta de milagros llegó lejos.

La afluencia de peregrinos aumentó a tal punto que una línea férrea fue construida hasta Ars. Eso en una época en que ese medio de transporte aún no atendía muchas de las ciudades francesas importantes.

Llegaba a pasar doce a dieciocho horas en el confesionario, reconciliando las almas con Dios.

Un hecho muestra a qué punto la virtud, la santidad, trasparecían en su persona.

Cierto abogado de París – a pesar de lejos, hasta allá había llegado la fama del santo – quiso confirmar con los propios ojos lo que oía a propósito del Cura d’Ars.

3.jpgSe dirigió a la lejana Ars, pero debido a la precariedad de los medios de transporte, aunque hubiese programado llegar de modo a asistir la Misa celebrada por el santo, llegó apenas en el momento en que este daba la bendición final. Trasparecía en el sacerdote una tal santidad, que el visitante se dio por satisfecho y declaró no precisar ver ni oír más nada: viera realmente un santo.

De vuelta a París, al preguntarle lo que viera en Ars, respondió:

– ¡Vi a Dios en un hombre!

Él vio el «violín de una sola cuerda», pero en el cual tocaba el Divino Artista. Razón por la cual la Iglesia lo declaró patrono de los sacerdotes, especialmente de los Párrocos.

Por Alberto Dias

 

 

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