Menú 
Copiapó (Miércoles, 10-09-2014, Gaudium Press) Más de 60 mil fieles participaron el 8 de septiembre de la tradicional Fiesta de la Virgen de Guadalupe de Ayquina, en el poblado andino del mismo nombre, ubicado a 3 mil metros de altitud en el extremo norte de Chile. Tras La Tirana, esta es una de las solemnidades religiosas más multitudinarias y coloridas, lo que motivó a las autoridades parlamentarias a declarar feriado el pasado lunes en toda la II Región de Antofagasta.
Por medio de bailes religiosos, cantos, oraciones y diversas manifestaciones de piedad popular, los devotos expresaron su amor a la Santísima Virgen acompañando su imagen en procesión por las estrechas calles del poblado. Esta festividad se extiende durante los primeros días del mes de septiembre, pero el 8 es la jornada principal y más importante.
La Misa Central fue presidida por el padre Enrique Olivé, Administrador Apostólico de la Diócesis San Juan Bautista de Calama, oportunidad en la que destacó las expresiones de fe y profunda devoción que han perdurado en el tiempo en Ayquina. «El caminar hacia los Santuarios y el participar en otras manifestaciones de piedad popular llevando a los hijos o invitando a otros es en sí mismo, un gesto evangelizador», dijo.
En su homilía, el sacerdote destacó que «con María entramos en el misterio de Dios, la verdad de su inmenso amor al Señor proclamando ‘mi alma canta la grandeza del Señor, mi espíritu festeja a Dios mi Salvador´, Ella nos enseña a alabar a Dios».
Finalmente, agregó que «como peregrinos del mundo no tenemos miedo a perdernos, si aceptamos a Jesús como camino, un camino que no es fácil que supone esfuerzo, sacrificio y a veces hasta heroísmo. La vida cristiana no es fácil, no es para cobardes, sino para valientes».
Tradición Centenaria
La tradición local cuenta que todo comenzó a fines del siglo XIX, cuando un niño que pastoreaba corderos en unos prados cordilleranos, halló en un árbol la imagen de una Virgen que llevó a su casa, en el vecino pueblo de Turi. Pero, la imagen desapareció repentinamente y luego de un tiempo reapareció entre unos arbustos en Ayquina. Por ello se levantó una capilla en el lugar, se popularizó la historia y luego comenzó la Fiesta.
Deje su Comentario