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Redacción (Lunes, 15-09-2014, Gaudium Press) Situado en la localidad de Isola del Gran Saso en Téramo, región italiana de Los Abruzos, y con una capacidad para unas 12 mil personas, será inaugurado el próximo 21 de septiembre el nuevo Santuario de Gabriel de la Dolorosa, dedicado al joven estudiante pasionista, llamado el «santo sonriente», y Patrono de la juventud católica italiana.
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| Santuario de San Gabriel de la Dolorosa / Foto: preguntasantoral.es. |
En Carta Pontificia hecha pública el pasado sábado 13 de septiembre, el Santo Padre ha nombrado al Cardenal Ennio Antonelli, presidente emérito del Pontificio Consejo para la Familia, enviado especial para la solemne consagración del nuevo Santuario. En dicha misiva, el Pontífice destaca el carisma y la gran devoción mariana que tenía el santo, a quien invocó también como intercesor de los jóvenes, así como la peregrinación que realizó San Juan Pablo II en junio de 1885, ocasión en la que bendijo la cripta con la urna de San Gabriel y la Capilla de la Reconciliación, que es visitada cada año por miles de peregrinos.
El nuevo santuario, que comenzó a edificarse en 1970, es una construcción moderna, que estuvo a cargo del arquitecto Eugenio Abruzzini, y está especialmente dedicado a la oración y la penitencia. «El lugar que custodia la tumba del santo es un sitio de meditación y oración, no un lugar de celebración. Otro factor importante es que será un lugar al que la gente peregrine y vaya a pedir perdón a Dios. Por eso hemos cuidado mucho la zona dedicada a la reconciliación», comentó Abruzzini a Rome Reports.
No en vano a este lugar acuden muchos peregrinos no sólo para venerar al joven santo, sino para recibir el sacramento de la reconciliación, algo que bien destaca el Padre Natale Panetta, Rector del Santuario, entrevistado también por Rome Reports: «El santuario es uno de los más visitados del mundo para confesarse, especialmente en Europa. Tenemos aproximadamente 40 confesionarios en dos zonas diferentes: la vieja y la nueva basílica. Todos los domingos hay unos 20, 25 confesores disponibles».
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| Cripta del Santuario donde se halla la urna del San Gabriel / Foto: preguntasantoral.es. |
El Padre Panetta también expresa su alegría por la consagración del nuevo santuario, un lugar que ya resulta bastante acogedor para los peregrinos. «Veo que cuando entran en la nueva basílica se quedan con la boca abierta porque es un lugar moderno pero acogedor», agrega el sacerdote.
San Gabriel de la Dolorosa
San Gabriel de la Dolorosa, cuyo nombre de pila era Francisco Possenti, nace en Asís el 1º de marzo de 1838, siendo bautizado en la misma pila bautismal de San Francisco y Santa Clara de Asís. Su padre, Satos Possenti, era juez de la ciudad y amigo íntimo de quienes más tarde se convertirían en pontífices: Pío IX y León XII. Su madre, quien falleció cuando Gabriel de la Dolorosa tenía 4 años, pertenecía a la nobleza.
Preocupado su padre por brindarle una educación católica, y tras trasladarse a Spoleto, el niño Francisco recibe educación de parte de los Hermanos de las Escuelas Cristianas, y más adelante de los Padres Jesuitas. Siendo adolescente creció en su vanidad prefiriendo vestir finamente y a la última moda, asistiendo con frecuencia a representaciones teatrales y gustando del baile, pero muy pronto Dios le mostraría que su lugar no se hallaba en el mundo, sino de lado de Él. Esto ocurrió cuando estaba por culminar el bachillerato e iba a iniciar sus estudios universitarios y cae en una penosa enfermedad, y lleno de temor por lo que le sucedía prometió que si se curaba se iría de religiosos. Una promesa que olvida en dos ocasiones, hasta que su hermana más querida fallece por causa del cólera, considerando ello un llamado serio de Dios.
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El 10 de septiembre de 1856 ingresa al noviciado pasionista en Morrovalle, y el 23 -entonces festividad de la Virgen de los Dolores-, recibe su hábito tomando por nombre Gabriel de la Virgen Dolorosa. El 22 de septiembre de 1857 termina el año de noviciado y emite la profesión religiosa, y el 10 de julio de 1859, tras culminar sus estudios de filosofía y latín, llega al convento pasionista de Isola del Gran Sasso donde fallece el 27 de febrero de 1862, cuando le quedaba poco tiempo por cumplir 24 años. «Pronto, Mamá mía. María, Madre de gracia, Madre de misericordia, defiéndeme del Enemigo y acógeme en la hora de la muerte (…) Jesús, José y María, expire en paz con vosotros el alma mía», fueron las últimas palabras del joven santo.
Años después, el 31 de mayo de 1908 es beatificado por Pio X, y el 13 de mayo de 1920, canonizado por Benedicto XV junto con Margarita María de Alacoque, santa propagadora de la devoción al Sagrado Corazón de Jesús.
Con información de Rome Reports, Radio Vaticano y EWTN.
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