¿Cómo construir una iglesia para los pobres?

Washington (Lunes, 15-09-2014, Gaudium Press) Una interesante reflexión sobre las características que debería reunir un templo católico destinado a los más pobres fue hecha por el Profesor de Arquitectura de la universidad de Notre Dame (E.E.U.U.), Duncan Stroik, para la plataforma católica Aleteia. El arquitecto plantea una reivindicación de algunas de las necesidades de los pobres que también deberían ser tenidas en cuenta, como lo son las relacionadas a las dimensiones cultural y espiritual. «¿Puede un edificio de la Iglesia servir a los pobres espiritualmente a través de lo material?», cuestionó el artículo. «Es una proposición costosa, pero yo sugeriría que sí».

Altar Mayor de de la Catedral de Chartres, en Francia. Foto: Fr. Lawrence, OP.

Stroik comenzó su argumentación señalando lo que no es un templo para los pobres. «No es un templo para monjes ascéticos que han tomado un voto de pobreza», recordó. «Al contrario, una iglesia para los pobres debería ser un lugar para laicos que necesitan ser atraídos al edificio a través de formas materiales y táctiles. Es un respiro del mundo, que ofrece un destello de la Jerusalén celestial a quienes viven en Nínive».

Una «arquitectura de sanación»

Otra de las características de lo que sería un templo diseñado para los pobres hace referencia a sus símbolos, que no serían «figuras abstractas o feas», sino «imágenes bellas de hombres y mujeres santos que superaron el pecado para acercarse a Dios». Estos símbolos tienen importancia, ya que apuntan a las gracias divinas que se obtienen en el templo a través de los sacramentos. «No puede ser un lugar donde el Sacramento de salvación está escondido, porque debería ser levantado como Cristo en la Cruz ofreciendo su la muerte de su Cuerpo para nuestra salud».

«Un hogar para los pobres no debería ser una estructura modernista inspirada por la máquina», agrega Stroik, «porque los pobres están rodeados e incluso esclavizados por las máquinas y la técnica». En su lugar, propuso una arquitectura más dignificante del ser humano, inspirada en la belleza de la Creación de Dios. Para el autor, quienes ya padecen una vida entornos sin armonía ni belleza necesitan «una arquitectura de sanación, que a través de las proporciones, los materiales y la luz espiritual traiga alegría al corazón».

Vitrales de la Sainte Chapelle de Paris, Francia. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press.

Intimidad y elevación

Stroik también recuerda la importancia de las capillas laterales y otros espacios de la arquitectura sacra que permiten que los fieles elijan con libertad su lugar en el templo y no se sientan condicionados a ocupar un sitio predeterminado de manera forzada. «La iluminación no puede ser tan brillante que las deficiencias personales sean reveladas a los otros», agregó, en una consideración particular hacia los pobres poco común. En su lugar, la iluminación tenue ofrecería un ambiente de intimidad y oración.

«Una iglesia para los pobres no debería verse empobrecida. Es uno de los pocos edificios públicos donde aquellos que no tienen estatus o dinero son bienvenidos», expresó el también editor del Sacred Architecture Journal. «Los pobres pueden no asistir frecuentemente a un museo de arte o un auditorio sinfónico o un hotel monumental. Sin embargo, un templo valioso puede darle a los pobres la misma experiencia del arte, la buena música y la nobleza por la cual las clases altas y medias están felices de pagar», concluyó. «De esta manera la Iglesia reconoce que la alta cultura debería ser también para quienes no tienen nada».

Con información de Aleteia.