Oklahoma (Martes, 16-09-2014, Gaudium Press) Una petición dirigida al City Civic Center Music Hall de Oklahoma, Estados Unidos, que pide que se cancele una misa negra programada como un supuesto espectáculo ya cuenta con el respaldo de más de 85 mil ciudadanos. El argumento central de quienes realizaron la petición es que el ritual sacrílego busca agredir a la Iglesia Católica, tal como lo advirtió el Obispo de Oklahoma, Mons. Paul Coackley. El prelado indicó desde que se hizo pública la programación del rito q éste constituye «una inversión y distorsión satánicas de las creencias más sagradas no sólo de los católicos sino de todos los cristianos».
Imagen difundida en Internet para apoyar el pedido del Arzobispo de Oklahoma de que la Hostia Consagrada en manos del grupo satanista fuera devuelta a la Iglesia. Foto: CatholicVote. |
«¿Es legítimo solicitar un espacio público para agredir a los sentimientos religiosos de muchos ciudadanos? «, cuestiona la convocatoria realizada a través de la plataforma CitizenGo y que se dirige tanto al director general del Centro Cívico de Oklahoma, Jim Brown, como al alcalde de la ciudad, Mick Cornett. Citando las palabras del Arzobispo, la iniciativa recuerda que «una misa negra se puede calificar claramente como ofensiva, obscena e inmoral. Su único propósito es mostrar hostilidad hacia el catolicismo y todo lo que es sagrado para los cristianos».
En la carta que los firmantes dirigen a los funcionarios, se recuerda que el grupo satánico tuvo en su poder una Hostia Consagrada robada que sólo aceptó devolver bajo amenaza de una demanda penal: «Es claro que su intención de profanar una propiedad robada en un edificio del gobierno debería suscitar preguntas sobre su idoneidad básica». Para el abogado Michael W. Caspino, entrevistado por CNA, el evento sacrílego violenta las normas del propio recinto que lo alojará. «Una cosa es permitir a diferentes religiones venir y celebrar su religión. Es una cosa totalmente distinta permitir venir a un grupo que busca profanar e insultar otra religión», expresó.
El abogado descartó el argumento de que mientras no se compruebe que se va en contra de una ley no se podría cancelar el evento: «Hay cosas ahí afuera que son legales, pero que son de mal gusto y que violentan los estándares de la comunidad. Deberían ser detenidas simplemente basado en esto. No todo lo que es legal está bien», expuso. Para Caspino un rito de este tipo «no tiene ningún valor más que insultar a otras personas y profanar instituciones religiosas».
Los organizadores del evento sacrílego pusieron a la venta apenas 88 boletos, mientras que al momento de la redacción de este artículo la iniciativa civil que pide su cancelación suma 88.882 firmas.
Con información de CitizenGo y CNA.
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