Roma (Martes, 16-09-2014, Gaudium Press) Darle un nuevo impulso a la Iniciación Cristiana es la propuesta con la cual la Diócesis de Roma inicia su nuevo año pastoral. Así se dio a conocer este lunes 15 de septiembre tras la Asamblea del clero romano que ocurrió en la Basílica de San Juan de Letrán, un encuentro que se desarrolló en dos etapas de escucha y diálogo -la primera ocurrió en junio pasado con el Santo Padre Francisco-, la segunda, esta semana con la participación especial de los catequistas romanos.
Durante el encuentro el Cardenal Agostino Vallini, Vicario de la Diócesis de Roma, al dar a conocer el informe «Un pueblo que genera hijos. Comunidad y Familia en las grandes etapas de la Iniciación Cristiana», ofreció algunas orientaciones para fomentar la Iniciación Cristiana en las comunidades parroquiales.
«Debemos hacer cuenta que los cambios de la época (globalización, revolución tecnológica, pluralismo ético y religiosos, cultura del descarte, crisis de la familia, etc.) nos llaman a tener el coraje de repensar el modo se ser apóstoles y de mostrar a tantos bautizados tímidos, desnutridos y confusos, que también dicen ser cristianos, la atracción de la fe y el rostro bello de comunidad gloriosa y motivada», dijo el purpurado.
Cardenal Agostino Vallini, Vicario de la Diócesis de Roma. |
En este contexto -prosiguió- «debemos hacer asimilar pacientemente la idea que «la iniciación cristiana no es la preparación a los sacramentos, pero sí vida cristiana a través de los sacramentos’ (…) Por lo tanto, una pastoral limitada a la preparación de los sacramentos, recibidos por tradición, no forma la vida cristiana».
En este sentido, el Cardenal Vallini en su informe ofreció algunas pautas para proceder en el proceso de Iniciación Cristiana. Afirma que «para generar es necesaria una madre», es decir, «la comunidad parroquial debe ser madre»; asimismo, la participación de los padres es inevitable para hacer frente al reto, ya que «el peso de los padres es definitivo (…) si la familia está o no está, todo cambia», por lo que se hace necesario «prever itinerarios de acompañamientos» también para los padres.
Dentro de las pautas, el Vicario de la Diócesis de Roma igualmente recordó que «la iniciación cristiana tiene un centro y un propósito: encontrar al Señor y vivir de Él», que hace necesario que el camino de la Iniciación «no esté centrado sólo en los encuentros semanales de catequesis», y deba partir del anuncio de la fe. Del mismo modo, dijo que la catequesis también es un aspecto esencial «porque el cristiano necesita de una formación que lo introduzca en las certezas fundamentales y en los valores evangélicos».
El Cardenal Vallini habló asimismo sobre la vida grupal y el acompañamiento espiritual como aspectos complementarios e importantes para la iniciación cristiana. «La vida de grupo permite experimentar más concretamente qué cosa es la Iglesia (…) El grupo debe convertirse en un punto de referencia que favorezca el crecimiento, la creatividad, la promoción de los valores, la libertad personal, la adhesión con Jesús», explicó.
En otro momento, también dijo que los Catequistas son «‘alegres mensajeros’ para una renovada iniciación cristiana»: «Estamos todos convencidos que la maternidad de la Iglesia en el generar nuevos hijos se manifiesta en gran parte a través de la obra preciosa de los catequistas».
Desde el año 2011 la Diócesis de Roma viene trabajando sobre la cuestión de cómo generar la fe por medio de la Iniciación Cristiana. Como explicó el Cardenal Vallino en el encuentro del pasado lunes 15, durante el primer año se aclaró el concepto de la Iniciación Cristiana, definiéndose como «un camino progresivo en la vida de la fe que comprende desde el nacimiento a la adolescencia, a través de las etapas del Bautismo, la Confirmación y la Eucaristía».
Ya para los años 2012 y 2013 -continuó el Cardenal- se afrontó el itinerario del Bautismo en los niños, y los itinerarios de fe para los niños de 3 a 6 años. «La Asamblea de este año ha dado un paso adelante «afrontando las etapas de la admisión a la Mesa Eucarística a la Confirmación», centrando su atención en el acompañamiento a los jóvenes y los padres de familia.
«La Iglesia de Roma puede generar nuevos hijos a la fe, porque es una Iglesia viva. El primer fruto precioso de la Asamblea, ha sido la Asamblea misma y cuanto, a través de él, el Señor se ha metido en el corazón», añadió Vallini.
Con información de la Diócesis de Roma.
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