Asidonia-Jerez (Jueves, 18-09-2014, Gaudium Press) ¿Cuál es el reto de comunicar el Evangelio?, esta pregunta fue abordada en profundidad el pasado martes 16 de septiembre por el Secretario General de la Conferencia Episcopal Española (CEE), el sacerdote José María Gil Tamayo, quien participó como ponente en la 25º Semana de Teología que ocurre por estos días en la diócesis española de Asidonia-Jerez.
Realizando una breve introducción, Gil Tamayo se refirió al reto de comunicar el Evangelio, recordando que todos los cristianos tienen una tarea, que es la de evangelizar. «El Papa Pablo VI decía que es la razón de ser de la Iglesia; la Iglesia existe para evangelizar. Y esto fue lo que nos manó Jesús antes de ascender a los cielos», refirió.
José María Gil Tamayo, Secretario General de la Conferencia Episcopal Española / Foto: CEE. |
También reflexionó: «Tenemos que evangelizar, cada uno en su sitio (…) y en esta época, que es la de las Comunicaciones Sociales, la de los medios de comunicación, es aquí donde tenemos que ser más comunicativos (…) La Iglesia no puede renunciar a la comunicación, nunca lo ha hecho, pero hoy más que nunca».
Abordando el significado de la palabra Evangelizar el Secretario General de la CEE tomó palabras del entonces Cardenal Jorge Mario Bergoglio, quien antes de ser electo Papa ofreció algunas ideas al respecto. «Evangelizar supone celo apostólico», lo que significa -según precisó Gil Tamayo-, «que hay que tener ganas de anunciar a Jesucristo», así como «la valentía de salir de sí mismo».
«Esto es lo que nos dice el Papa -continuó-, una Iglesia en salida misionera (…) Todos somos llamados a esta nueva salida misionera, cada cristiano y cada comunidad pensará, discernirá cuál es el camino que el Señor le pide, pero todos estamos invitados a aceptar este llamado: salir de la propia comodidad y atreverse a llegar a todas las periferias que necesitan la luz del Evangelio».
En este sentido, preguntó Gil Tamayo: «¿Y dónde hay que realizar esta misión?», y respondió: «en esta sociedad, que es la de las comunicaciones, la del mundo de los medios de comunicación, no existe lugar que no pueda estar influenciado por el influjo y la cultura de los medios de comunicación (…) Ya vivimos en esta sociedad interconectada».
Explicó que en este contexto la nueva evangelización exige a los cristianos una mayor audacia para comunicar el Evangelio en el mundo de hoy, caracterizado por la fuerte influencia de los medios de comunicación sobre la cultura.
Al respecto, Gil Tamayo se refirió a los retos de evangelizar hoy haciendo eco de algunas palabras de San Juan Pablo II: «El trabajo en estos medios no tiene solamente el objetivo de multiplicar el Anuncio, se trata de un hecho más profundo: la evangelización misma de la cultura moderna dependen gran parte de su influjo. No basta pues usarlos para difundir el mensaje cristiano o el magisterio de la Iglesia, sino que conviene integrar el mensaje mismo en esta nueva cultura creada por la comunicación moderna».
«Tenemos que buscar un lugar para Dios en los medios de comunicación», dijo Gil Tamayo / Foto: Diócesis Asidonia-Jerez. |
«Tenemos que meter en Evangelio en esta cultura, con su lenguaje, son su manera de explicarse. Tenemos que explicarnos mejor para que nos entiendan (…)Tenemos que buscar un lugar para Dios en los medios de comunicación, y los cristianos tenemos que exigir que se dé una información religiosa, porque forma parte de nuestra vida (…) Información de la vida de la Iglesia», agregó.
Cerrando su disertación el Secretario General de la CEE hizo propio parte del mensaje del Papa Francisco para la 48º Jornada Mundial de las Comunicaciones Sociales, donde dice: «El interés y la presencia de la Iglesia en el mundo de la comunicación son importantes para dialogar con el hombre de hoy y llevarlo al encuentro con Cristo: una Iglesia que acompaña en el camino sabe ponerse en camino con todos. En este contexto, la revolución de los medios de comunicación y de la información constituye un desafío grande y apasionante que requiere energías renovadas y una imaginación nueva para transmitir a los demás la belleza de Dios».
Finalmente, concluyó que el mejor modo de comunicar «es el cariño», puesto que es «la condición previa para que un comunicador tenga eficacia». También invitó a todos a no olvidarse del verdadero artífice de la comunicación, «que es el Espíritu Santo (…) que venda las heridas del hombre apaleado, nos sirve como guía, que nuestra comunicación sea aceite perfumado para el dolor, y el vino nuevo para la alegría (…) No tengan miedo de hacerse ciudadanos del mundo digital».
Con información de la Diócesis de Asidonia-Jerez.
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