Madrid (Viernes, 26-09-2014, Gaudium Press) La Iglesia continúa en la línea frontal de la lucha en contra del Ébola, que afecta de manera preocupante el Oeste de África, siendo la más reciente víctima el religioso Manuel García Viejo, miembro de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios, quien venía siendo atendido en Madrid, España. «Obras Misionales Pontificias se une al dolor y a la plegaria de la familia de sangre y religiosa del Hno. Manuel», destacó el sacerdote Anastasio Gil García, Director Nacional de las OMP en España en un comunicado del día 26 de septiembre. «Su testimonio de vida misionera sigue siendo necesario punto de referencia».
Hno. Manuel García Viejo, miembro de la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios. Foto: LoiolaXXI. |
«Con la muerte del Hno. Manuel García Viejo, a causa de la enfermedad del ébola, ha vuelto a reproducirse un profundo dolor en la familia hospitalaria de San Juan de Dios» afirmó el comunicado de las Obras Misionales Pontificias. «Su muerte, como en el caso de la del Hno. Miguel Pajares, afecta también a la Iglesia entera en la persona de los misioneros. El Hno. Manuel estaba en Sierra Leona por su vocación misionera, para ir al encuentro de los más pobres y vulnerables. Entre ellos se hizo débil con los débiles, hasta el punto de morir como tantos otros, víctimas de esta enfermedad para la que la medicina aún no tiene respuesta eficaz».
Por su parte, la Conferencia Española de Religiosos manifestó que «se une en oración con toda la Vida Religiosa en España y muestra su cercanía a la familia del hermano Manuel García Viejo y a toda la Orden Hospitalaria de San Juan de Dios». La institución agradeció todos los esfuerzos médicos por salvar la vida del religioso y destacó «el gozo de su vida ejemplar y entregada a los demás, y el disfrute de haberlo tenido entre nosotros y aprender de él». Su testimonio también fue propuesto por las Obras Misionales Pontificias como aliciente a los misioneros para continuar entregando su vida en favor de los demás con esperanza y fidelidad.
Según informaron medios locales de prensa, los restos mortales del Hno. García Viejo descansarán junto a los del Hno. Pajares, una vez su cuerpo sea incinerado de acuerdo a los protocolos médicos para evitar la extensión de la enfermedad en territorio español. El Hno. García Viejo, por la vocación del servicio a los enfermos de su comunidad religiosa, se encontraba en la primera línea de la lucha contra la enfermedad, como director médico de un hospital de la Orden de San Juan De Dios en Lunsar, Sierra Leona. Los tratamientos experimentales aplicados al religioso no consiguieron salvar su vida. Aún no existe una cura establecida para el mal.
«Pedimos a Dios por el Hno. Manuel, que desde el cielo seguirá cuidando de los más necesitados, de los enfermos», concluyó el P. Anastasio Gil en su comunicado oficial. «Hacemos votos para que la sociedad universal, en la persona de los científicos, encuentre pronto la respuesta adecuada a esta enfermedad, que tanto dolor y desasosiego está originando en algunos territorios de misión».
Con información de Agencia SIC.
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