Ciudad del Vaticano (Lunes, 29-09-2014, Gaudium Press) Procedentes de más de 20 naciones, algunos con sus bastones, otros con sus sillas de ruedas, y muchos de ellos acompañados por sus hijos y nietos, así trascurrió el encuentro de los ancianos que se celebró en la Plaza de San Pedro, en el Vaticano este domingo 28, por invitación del Santo Padre Francisco, y que contó con la especial presencia del Papa Emérito Benedicto XVI, «el abuelo sabio de casa», como se refiere a él con cariño el Pontífice.
Benedicto XVI fue el invitado especial del Papa Francisco al encuentro de los abuelos / Foto: CTV. |
El encuentro, organizado por el Pontificio Consejo para la Familia y que llevó por tema «La bendición de la larga vida», comenzó desde las 8:00 de la mañana con el ingreso de los abuelos a la Plaza vaticana y siguió con una fiesta para recordar el gran valor de ser ancianos, que contó con testimonios, lecturas bíblicas y canciones interpretadas por varios cantantes italianos, entre ellos Andrea Bocelli.
Previo a la celebración Eucarística que presidió el Sumo Pontífice, el Papa se dirigió a los miles de fieles presentes, especialmente a los abuelos, haciendo una particular mención de las instituciones que se dedican a los ancianos. «Las casas para los ancianos -subrayó Francisco- deben ser ‘pulmones de humanidad’, ‘santuarios de humanidad’, donde quien es viejo y débil es cuidado como un hermano o una hermana mayor».
Más adelante, exclamó: «un pueblo que no cuida a los abuelos y nos los trata bien, es un pueblo que no tiene futuro».
Asimismo el Papa invitó a los abuelos para que hablen a sus nietos sobre el Niño Jesús. «¡Hace tanto bien ir a buscar a un anciano! Mira a nuestros hijos: a veces los vemos decaídos y tristes, van a visitar a un anciano, y llegan alegres», añadió el Pontífice, quien luego también dijo: «una de las cosas más bellas de la vida en familia, de nuestra vida humana de familia, es acariciar a un niño y dejarse acariciar de una abuelo, de una abuela».
El Evangelio del encuentro entre los jóvenes y los ancianos
Ya durante la homilía de la Santa Misa, el Santo Padre se refirió a la lectura evangélica del encuentro de la Virgen María con su prima Isabel como el «Evangelio del encuentro entre los jóvenes y los ancianos». «Un encuentro -prosiguió el Papa- lleno de gozo, de fe, de esperanza. María es joven, muy joven. Isabel es anciana, pero en ella se ha manifestado la misericordia de Dios, y junto con su esposo, Zacarías, está en espera de un hijo hace seis meses».
Una de las abuelas participantes celebró con alegría sus 106 años / Foto: Radio Vaticano. |
Dijo también que en la pasaje evangélico María enseña a todos un camino: «ir a visitar a la anciana pariente para estar con ella, ciertamente para ayudarla, pero también, y sobre todo, para aprender de ella, que ya es mayor, una sabiduría de vida». Es -continuó el Papa- «el camino del encuentro entre jóvenes y ancianos. El futuro de un pueblo supone necesariamente este encuentro: los jóvenes dan la fuerza para hacer avanzar al pueblo, y los ancianos robustecen esta fuerza con la memoria y la sabiduría popular».
Al hablar sobre la Primera Lectura, Francisco dijo que «recuerda de varios modos el cuarto mandamiento: ‘Honra a tu padre y a tu madre; así se prolongarán tus días en la tierra, que el Señor, tu Dios, te va a dar'». En este sentido subrayó que «no hay futuro para el pueblo sin este encuentro entre generaciones, sin que los niños reciban con gratitud el testigo de la vida por parte de los padres. Y, en esta gratitud a quien te ha transmitido la vida, hay también un agradecimiento al Padre que está en los cielos».
Con información de Radio Vaticano, VIS y papaboys.org.
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