Buenos Aires (Martes, 30-09-2014, Gaudium Press) Como claramente contraproducente calificaron los sacerdotes que sirven a poblaciones vulnerables en Buenos Aires, Argentina, la propuesta gubernamental de despenalizar el consumo de drogas en el país. «Desde nuestra mirada las drogas no dan libertad sino que esclavizan», recordaron los presbíteros, basados en su contacto personal con jóvenes afectados por la droga. «La despenalización a nuestro parecer influiría hoy en el imaginario social instalando la idea de que las drogas no hacen tanto daño». Esta afirmación hace parte de una carta enviada a la presidente de Argentina, Cristina Fernández, por parte de la Vicaría de Sacerdotes de la Pastoral de las Villas de la Arquidiócesis de Buenos Aires y divulgado por la agencia informativa AICA.
La compleja realidad de los jóvenes vulnerables sería gravemente afectada por la despenalización del consumo de drogas, advirtieron los sacerdotes de las villas de Buenos Aires. Foto: Juanedc. |
A la misiva de los sacerdotes se sumó el concepto del Coordinador de la Comisión Nacional para la Drogadependencia de la Iglesia en Argentina, José María Di Paola, quien afirmó a los medios de comunicación que no respalda la propuesta, según informó la agencia ACI. «No estoy de acuerdo con la despenalización y el Papa tampoco», declaró el presbítero, quien ya sufrió amenazas de muerte en el año 2009 por su pastoral en medio de poblaciones vulnerables y su liderazgo en combatir el consumo de drogas. Para el sacerdote, la despenalización tendría efectos nocivos en poblaciones sin acceso a la educación o al trabajo. «Cuando la droga es una oferta cercana, puede hacer que muchos chicos empiecen en el consumo y vean la posibilidad de tenerla más cerca sin ningún tipo de problema».
Un camino incorrecto
Los sacerdotes de las villas de Buenos Aires denunciaron la ausencia de «una política de educación y prevención de adicciones intensa, reiterativa y operativa» y aclararon que no se puede desconocer los graves peligros que el consumo de cualquier tipo de estupefaciente significan para las personas. «La experiencia de acompañar a jóvenes en el camino de recuperación y reinserción social nos ha permitido escuchar el testimonio de muchos que han empezado consumiendo un pequeña cantidad de sustancias para uso ‘recreativo’ y de pronto se encontraron consumiendo drogas más dañinas aún», relataron los presbíteros.
El Padre Di Paola, por su parte, desestimó el argumento de que la penalización actual signifique «criminalizar al que consume» y señaló las verdaderas condiciones que producen la entrada de los jóvenes a las redes criminales. «Han criminalizado al adicto cuando ha nacido en un barrio donde no hay un colegio, donde no hay un club, donde es muy común tener un arma… Eso es criminalizar al adicto», explicó. «Cuando se abandonan las poblaciones, entonces los narcos empiezan a tener sus lugares propios. Eso es criminalizar». El presbítero indicó que la prioridad debería ser el trabajo por una verdadera inclusión de los jóvenes en la sociedad, antes de evaluar propuestas como la despenalización sugerida.
La Conferencia Episcopal Argentina ya había manifestado su posición en contra de una posible despenalización del consumo de drogas en 2012, cuando publicó las reflexiones de la Pastoral de Drogodependencia en las que destaca que una decisión de este tipo significaría un abandono de los adictos y la evasión de las responsabilidades del estado. «Sin un buen sistema de salud, sin políticas fuertes de prevención, sin un sistema educativo realmente inclusivo y eficiente, el único encuentro del adicto y su familia que pide ayuda con el Estado es la justicia», declaró el documento. «Despenalizar en estas condiciones es dejar abandonado al adicto, no hacerse cargo de su derecho a la salud». Además, el informe recuerda los graves estragos que el consumo de drogas causa a nivel personal, familiar y social.
«Las políticas públicas deberían orientar sin lugar a dudas a desalentar el consumo de drogas. Por eso es de la mayor importancia contar con una política de Estado que promueva la educación, la prevención y la salud», afirmó el texto. «La lucha contra la droga se gana en la educación y prevención, creando fuertes vínculos sociales a través de la solidaridad y la búsqueda del bien común» (ver noticia anterior).
Con información de AICA y ACI.
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