Erexim (Martes, 30-09-2014, Gaudium Press) «Caminando en comunión» es el tema del más reciente artículo de Mons. José Gislon, Obispo Diocesano de Erexim, en el estado de Río Grande del Sur, y Administrador Apostólico de Chapecó, en Santa Catarina, Brasil. En su análisis, el Prelado afirma que estamos a menos de una semana de la apertura del Sínodo extraordinario sobre la Familia, que tendrá inicio el día 5 de octubre, en Roma, Italia.
El Obispo cree que, los padres, conscientes de las responsabilidades que poseen respecto a la familia que constituyeron, deben empeñarse para que el hogar sea, de hecho, un lugar donde se acoge, se aprende a amar y se valoriza la vida, don de Dios. Según él, el Papa Francisco nos convocó para juntos rezar por el sínodo. Mons. Gislon refuerza que, en la vida, todos nosotros somos invitados a participar de uno o más acontecimientos, de mayor o menor importancia, dependiendo del grado de interés que el mismo despierta en nosotros.
El Prelado afirma que, en los últimos tiempos, el Pontífice ha buscado despertar la consciencia y el corazón de los fieles para participar de momentos de oración, con objetivos bien precisos. «Creo que este hecho, además de reavivar en nosotros el sentido de la comunión con el sucesor del apóstol Pedro, nos lleva a reflexionar sobre el valor de la oración. El colocarse en presencia de Dios, en oración pero también dando espacio para que, en el silencio y en la escucha, Él nos hable al corazón, fortalece en nosotros el sentido de comunión con los hermanos y con el Señor Jesús», completa.
Mons. Gislon resalta que la Diócesis de Erexim quiere participar de este momento histórico de la vida de la Iglesia Católica. Por eso, él invita a todos los fieles de la región para doblarse de rodillas delante de Dios Padre y de su hijo Jesús, camino, verdad y vida que salva, por el éxito del Sínodo Extraordinario de la Familia.
De acuerdo con él, no podemos menospreciar o despreciar la importancia de la familia en la sociedad y en nuestra vida. Conforme el Obispo, la familia es insustituible, es el lugar privilegiado donde los padres enseñan y testimonian la fe cristiana y los valores humanos.
«En oración pedimos para que el Espíritu Santo, pueda iluminar a todos aquellos que participarán del Sínodo, y que los resultados del mismo puedan traer para nuestras familias señales de vida y esperanza», finaliza. (FB)
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