Brasilia (Martes, 30-09-2014, Gaudium Press) De acuerdo con la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, San José de Anchieta y el Beato Francisco de Paula Castelló i Aleu fueron nombrados patronos de los catequistas y los profesionales químicos de Brasil, respectivamente.
Esta decisión fue confirmada después del pedido hecho en julio de 2013 por el Arzobispo de Aparecida y presidente de la Conferencia Nacional de Obispos del Brasil (CNBB), Cardenal Raymundo Damasceno Assis.
Mons. Damasceno recordó, en su solicitud, la «veneración fervorosa y continua» concedida por el clero y diócesis del país al santo que «se dedicó a la enseñanza y la transmisión de la catequesis en el territorio brasileño», así como al bienaventurado «que no dudó en donar su vida totalmente a Cristo».
Considerado el «Apóstol de Brasil» y modelo evangelizador y misionero, el purpurado, en la época de la canonización del beato, afirmó que Anchieta «nos enseñó que el Evangelio, al ser anunciado, debe ser inculturado, llevando en cuenta la cultura de las personas a la cual se destina».
Religioso jesuita nacido en Tenerife, localizada en las Islas de Canarias, España, el 19 de marzo de 1534, el sacerdote llegó al Brasil en 1553, habiendo sido el responsable por la creación del colegio de Piratininga, en el año siguiente, dando origen a la ciudad de San Pablo.
A su vez, Francisco de Paula Castelló i Aleu es oriundo de Alicante, mártir condenado a muerte por no negar su Fe católica.
Su relación con los químicos ocurre durante su formación en Química por la Universidad de Oviedo, situada en el Principado de Asturias, en España.
El día 11 de marzo de 2011, Juan Pablo II fue el responsable por su beatificación, que destacó, en su homilía, el testimonio de un mártir. «Ofreció su juventud en sacrificio de amor a Dios y a los hermanos», dijo. (LMI)
De la redacción de la Gaudium Press, con informaciones de la CNBB.
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