Bogotá (Martes, 21-07-2009, Gaudium Press) En ceremonia religiosa presidida ayer por el Cardenal primado, monseñor Pedro Rubiano y, ante la presencia del Presidente de la República Álvaro Uribe, su esposa Lina Moreno, el Nuncio Apostólico, monseñor Aldo Cavalli, ministros y cuerpo diplomático acreditado en Colombia, se realizó en la Catedral de la capital colombiana el Te Deum en acción de gracias a Dios por el 199º aniversario de la independencia de Colombia.
Pasadas las 6:30 de la tarde -y luego de festejar mediante desfiles militares, eventos musicales y culturales en gran parte del territorio nacional la independencia del país- se dieron cita en la Catedral primada, las principales autoridades eclesiásticas y políticas de Colombia para dar gracias y pedir a Dios por la paz y la reconciliación de todos los colombianos.
Al inicio del acto el prelado colombiano agradeció la gesta histórica de soldados, campesinos y héroes de la patria, que permitió hace 199 años la independencia de Colombia.
En la homilía el purpurado señaló la importancia de que en el país se respete por parte de todos los «actores» del conflicto, el Derecho Internacional Humanitario: «para que en el país existan verdaderos signos de esperanza, en todos los rincones de Colombia, debe respetarse el Derecho Internacional Humanitario. Que Dios nos ayude a reconocernos como hijos de la misma Patria«, dijo.
«Si queremos conseguir la paz por la vía del diálogo, debemos dejar el odio a un lado y como familia debemos apoyar al gobierno, para que mediante actos justos, exista la paz, pues durante tantos años [los conflictos] han dejado derramamiento de sangre e irrespeto a la integridad personal de los colombianos», señaló el Cardenal colombiano.
Invitó al cese de hostilidades y pidió a los grupos al margen de la ley la liberación de todos los secuestrados y que estos busquen el camino del diálogo, como inicio del fin de la guerra.
Así mismo hizo un llamado a la comunidad internacional, para que sea un apoyo y una ayuda constante en la reconciliación de la Nación: «como facilitadores del diálogo, en el apoyo para la solución de los graves problemas financieros que surgen en la búsqueda de la paz con desarrollo social y como garantes del cumplimiento de los compromisos que se acuerden«, indicó el arzobispo.
Por último pidió a Cristo para que este año y en vísperas del bicentenario de independencia «nos dé a todos (los colombianos) el don de su paz, para que podamos proclamarnos libres, ceñidos bajo la verdad, sin temor a construir el país que anhelamos, sin violencia y en total paz».
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