Obispo alerta que violencia en República Centroafricana acerca cristianos al paganismo

Bangui (Jueves, 02-10-2014, Gaudium Press) A la muy grave situación que atraviesan los habitantes de República Centroafricana, quienes viven desde 2012 una grave inestabilidad social y una situación de anarquía a causa de la guerra civil, se suman graves riesgos espirituales. Según Mons. Dieudonné Nzapalainga, Arzobispo de Bangui y Presidente de la Conferencia Episcopal del país, la fe cristiana se ve amenazada por la tentación de recurrir a las prácticas del paganismo ante la dureza de las circunstancias y el arraigo de las supersticiones y la idolatría en el territorio.

Mons. Dieudonné Nzapalainga, Arzobispo de Bangui, alertó sobre la nociva influencia del sincretismo a causa de la grave crisis social de República Centroafricana. Foto: Matthieu Alexandre / Cáritas Internationalis.

«La crisis que atraviesa nuestro país desde diciembre 2012 ha creado en nosotros una fuerte necesidad de protección, un deseo de venganza, una búsqueda por el poder, por la inviolabilidad», alertó Mons. Nzapalainga en una Eucaristía celebrada con motivo de la apertura del Año Pastoral 2014-2015. «Para cumplir con estos deseos, algunos cristianos han sucumbido a la seducción de las creencias y prácticas que son incompatibles con la fe en Jesucristo». Precisamente para frenar este riesgo se ha dedicado el Año Pastoral y su apertura contó con la presencia de 800 delegados de todo el país.

Entre los indicadores de la desviación de los creyentes hacia el paganismo, el prelado describió que algunos fieles «han recurrido a los sacrificios ocultos, llevan amuletos, han estrechado alianzas con brujos», pese a lo cual «continúan yendo a misa y recibiendo los sacramentos», lo que representa una deformación de la fe. «El veneno del sincretismo se ha inoculado y es una tendencia que se refuerza continuamente», advirtió el Arzobispo, según informó la agencia Fides.

«Ha llegado la hora de salir de esta ambivalencia, haciendo clara y exclusivamente la elección de Jesucristo, para confiarle nuestras vidas y recibir la redención», exhortó Mons, Nzapalainga. «Ha llegado el momento de dar la bienvenida a Dios como nuestro Padre (…). Un Padre universal, que no hace distinciones de razas, tribus, religiones, barrios. Es el Padre que nos envió a Jesús, que nos ha revelado su corazón universal».

Con información de Agencia Fides.