Jerusalén (Martes, 07-10-2014, Gaudium Press) Uno de los peregrinos a Tierra Santa a lo largo de la historia fue San Francisco de Asís, quien viajó para conocer personalmente los Santos Lugares en los que vivió, predicó y dio su vida Jesucristo. El Santo inculcó una devoción especial hacia este territorio en sus frailes y en el Capítulo General de 1217 se instauró una Provincia de Tierra Santa por voluntad suya. Los religiosos obtuvieron de los reyes Roberto I de Nápoles y Sancha de Mallorca los dineros para adquirir el terreno del Cenáculo y pagar los derechos para poder celebrar Eucaristías en la Basílica del Santo Sepulcro. El Papa Clemente VI encargó especialmente la custodia de los Santos Lugares a los franciscanos en 1342, y desde esta época la Fiesta de San Francisco de Asís tiene una particular importancia para Tierra Santa.
La celebración principal de la fiesta de San Franscisco de Asís se transladó de forma inusual al domingo 05 de octubre. Foto: Patriarcado Latino de Jerusalén |
En este año, las celebraciones por la fiesta del Santo ‘Poverello’ de Asís se prolongaron de forma inusual en Jerusalén por motivos de fuerza mayor. Como es tradicional, la memoria litúrgica dio inicio en la víspera de la fiesta, el día viernes 03 de octubre. En ese día se celebraron las Primeras Vísperas y el Rito del Tránsito de San Francisco. El día de la fiesta, 04 de octubre, la Eucaristía principal se celebró en el Altar de la Crucifixión en el Santuario del Santo Sepulcro y el fraile David Grenier, de origen canadiense, hizo sus votos definitivos en la Orden.
A pesar de la belleza y calidez de la celebración, una cierta frustración se produjo por la ausencia de muchos creyentes debido a que la fiesta de San Francisco coincidió con la celebración judía del Yom Kippur y los cierres de vías y retenes dispuestos por las autoridades impidieron a los católicos llegar hasta el templo. La Custodia de Tierra Santa decidió transladar la celebración de la memoria del Santo al día siguiente, el domingo 05 de octubre en la Iglesia del Convento del Santo Salvador.
La Eucaristía dominical, que vino a ser la principal celebración en honor de San Francisco, no fue presidida por un sacerdote franciscano, sino por el Prior del Convento Dominico en la Escuela Bíblica de Jerusalén, P. Guy Tardivy. Este gesto honra la tradición de hermandad entre las dos órdenes religiosas según la cual un fraile dominico siempre celebra junto a los franciscanos la fiesta de San Francisco y un franciscano visita a los Dominicos el día de la memoria litúrgica de Santo Domingo de Guzmán. Ambas órdenes son mendicantes y fueron fundadas en la misma época, guardando desde sus orígenes una estrecha fraternidad.
Diversas autoridades eclesiásticas concelebraron la Eucaristía, entre quienes se cuenta el Obispo auxiliar latino de Jerusalén, Mons. William Shomali, el Obispo emérito Kamal Bathish, el Obispo maronita de Galilea, Mons. Moussa Al-Haj y el Custodio de Tierra Santa, P. Pierbattista Pizzaballa.También se hicieron presentes representantes de las Iglesias orientales en comunión con la Iglesia y autoridades civiles y diplomáticas.
Con información de Patriarcado Latino de Jerusalén.
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