Islamabad (Viernes, 17-10-2014, Gaudium Press) En una audiencia de apelación que atrajo la atención de la opinión pública internacional, el Tribunal Superior de Lahore decidió ratificar la polémica condena a muerte a Asia Bibi, una humilde mujer católica acusada por sus vecinas de blasfemia contra el Islam. Cuando la mujer sólo tiene una instancia judicial restante para salvar su vida, el Obispo de Islamabad – Rawalpindi, Pakistán, Mons. Rufin Anthony pidió a los católicos del mundo que «se unan a la oración por Asia Bibi y por las otras víctimas por blasfemia» en el país, informó Asia News.
La historia de Asia Bibi ha motivado una gran preocupación y ha permitido que en el mundo se conozca la difícil situación de los creyentes en pakistán. Foto Hazte Oír. |
Por su parte, el Obispo de Pune, India, Mons. Thomas Dabre se unió al rechazo que la decisión judicial suscitó en Pakistán: «Quedé profundamente turbado y entristecido cuando los jueces decidieron confirmar la condena a muerte de Asia Bibi, una pobre mujer cristiana», relató el prelado. «Todos deben poder seguir siempre la propia religión. Condeno en el modo más absoluto esta sentencia, porque desde mi punto de vista va contra la dignidad humana y contra todas las leyes, no sólo las internacionales». El Obispo indicó que las normas sobre blasfemia deberían cambiar en el país, ya que constituyen un abuso de poder y «son siempre abiertas a errores de interpretación y desviaciones en varios niveles».
La Arquidiócesis de Lahore, por su parte, invitó a «toda la comunidad a participar» en una serie de «eventos e iniciativas de solidaridad» que se llevarán a cabo el día domingo 19 de octubre. El caso aún no está perdido, como lo aclaró a la Radio Vaticano el ex ministro federal para la armonía nacional y minorías religiosas de Pakistán, Paul Bhatti. «En el pasado muchas veces los acusados que en primera y segunda instancia estaban condenados, fueron liberados por la Corte Suprema», explicó. El líder católico, hermano del ministro que fue asesinado por defender públicamente a Asia Bibi, declaró que se prepararán nuevas pruebas para en su última instancia se obtenga la libertad.
La mujer, madre de cinco hijos, sigue esperando que se reconozca su inocencia después de cinco años de incertidumbre y se ha convertido en la figura más reconocida en las campañas contra la ley de blasfemia, un poderoso instrumento de discriminación en el país. Las comunidades cristianas representan apenas el 1.6% de la población del territorio y sufren aún actos de violencia en contra de las personas y los lugares de culto.
Con información de Asia News.
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