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Bogotá (Lunes, 20-10-2014, Gaudium Press) Una vez más niños, padres de familia, abuelos y, especialmente, jóvenes se darán cita en Bogotá para encomendar a la Madre de Dios las familias y jóvenes del mundo en el «Rosario al Parque», un encuentro mariano que llega ya su sexta edición como una expresión de fe pública y testimonio de devoción a la Virgen María.
La jornada ocurrirá en el marco del mes del Santo Rosario -que la Iglesia Católica conmemora cada octubre- el próximo sábado 25. El encuentro será a partir de las 4:00 de la tarde, hora local, en el Parque Alcalá, situado al norte de la capital colombiana. «¡Miles de familias unidas en un mismo corazón!», será el lema del evento mariano.
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La iniciativa, como destacan los organizadores en su página web «nos invita a salir de nosotros mismos, nuestras casas y el templo para reunirnos como Iglesia: ser testimonio vivo del amor de Dios en nuestra sociedad. Unidos en oración somos constructores de una generación que lidera el cambio y vuelve su mirada a Dios. A una sola voz rezar el rosario en medio de una celebración en honor a la Santísima Virgen, adornando su fiesta con música, flores y todo lo que en comunidad queramos regalarle».
Pero Bogotá no será la única ciudad que acogerá este encuentro de fe en torno a María. Otras ciudades colombianas como Medellín, Barranquilla, Bucaramanga y Cali, también realizarán el «Rosario al Parque» en simultánea. Precisamente en esta última ciudad el encuentro será a partir de las 7:00 p.m. en .a Parroquia la Epifanía del Señor. Ciudades de otros países, como Argentina y México, también se sumarán a la jornada mariana.
El «Rosario al Parque» nació en el año 2009 por iniciativa de un grupo de jóvenes bogotanos, quienes respondiendo a la invitación que en una ocasión hizo San Juan Pablo II de ser «discípulos de Jesús», decidieron congregar a las familias para que ellas se convirtiesen en luz «en medio de un mundo confundido y liderado por ideologías y corrientes que atentan contra la dignidad de la familia y de la vida», a través del rezo del Santo Rosario, y para pedir especialmente a la Virgen «que interceda ante su Hijo para mermar el alarmante crecimiento de los aborto en la población adolescente».
Desde sus inicios el «Rosario al Parque» también ha sido una invitación para que las familias, y particularmente los jóvenes, sean testimonio de Jesucristo y no teman a expresar públicamente la fe. «Hemos estado mucho tiempo encerrados en nuestras casas viendo como otros construyen la historia del mundo, que es de todos. Pensamos que no hay nada por hacer, que no hay suficientes personas, que nuestro tiempo se ha pasado, sin embargo el Rosario al Parque hoy nos invita a dejar esos paradigmas y nuestra comodidad para ¡salir a compartir nuestra fe! El Rosario al Parque es un tiempo de alegría y paz. Nos invita a dejar la rutina, ir a celebrar nuestra fe orar juntos con los más cercanos y en familia. Pero no sólo eso, además unirnos en oración con los jóvenes de todo el mundo, pedir por las necesidades de la Iglesia, el mundo entero y así llevar a más corazones la esperanza de un mundo mejor», subrayan los organizadores.
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| «El Rosario es desde siempre una oración de la familia y por la familia»: San Juan Pablo II / Foto: Rachel Titiriga. |
El Rosario, una oración de la familia y por la familia
Fue el Papa Juan Pablo II, quien en la Carta Apostólica «Rosarium Virginis Mariae», sobre el Santo Rosario, se refirió al Rosario como la oración por excelencia de la familia. En el documento, el Santo Pontífice dice: «El Rosario es también, desde siempre, una oración de la familia y por la familia. Antes esta oración era apreciada particularmente por las familias cristianas, y ciertamente favorecía su comunión. Conviene no descuidar esta preciosa herencia. Se ha de volver a rezar en familia y a rogar por las familias, utilizando todavía esta forma de plegaria».
En dicha Carta Apostólica San Juan Pablo II continuaba afirmando: «La familia que reza unida, permanece unida. El Santo Rosario, por antigua tradición, es una oración que se presta particularmente para reunir a la familia. Contemplando a Jesús, cada uno de sus miembros recupera también la capacidad de volverse a mirar a los ojos, para comunicar, solidarizarse, perdonarse recíprocamente y comenzar de nuevo con un pacto de amor renovado por el Espíritu de Dios».
Con información de rosarioalparque.org y vatican.va.
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