Christchurch (Martes, 21-10-2014, Gaudium Press) Tanto como una aplicación práctica que orienta una situación concreta como un signo de la recuperación espiritual de la Diócesis de Christchurch, Nueva Zelanda, después del terremoto de 2011, el Obispo Barry Jones decidió publicar una guía sobre la arquitectura sacra. Bajo el nombre de «The House of God» (La Casa de Dios), la Diócesis expone a los miembros de la Iglesia algunos criterios sobre la adecuada reconstrucción y edificación de templos, de manera que correspondan adecuadamente a su elevada función con estética y dignidad. «Tenemos un número de iglesias que necesitan reparación, así que tenemos que maximizar nuestros recursos», explicó a NZCatholic el director de la Oficina Pastoral del Obispo, Mike Stopforth. «Hay una oportunidad para nosotros en la Diócesis de hacer las cosas bien. Es por eso que queremos construir templos que sean bellos y dignos del culto».
Ilustración de portada de la guía de arquitectura sacra publicada por la Diócesis de Christchurch, Nueva Zelanda. |
La belleza como catequesis
La publicación es corta y enuncia los principios generales de la Diócesis sobre el tema. En sus líneas principales expone la visión de que los templos correspondan a su función de adoración y oración, con la característica de ser bellos, tradicionales y fácilmente identificables como templos católicos. Sobre la primera característica, la guía afirma que en la belleza «se revela la naturaleza de la edificación del templo en sus realidades teológicas más profundas». También recuerda que los templos tienen formas tradicionales puesto que «son entendidos como parte del sistema sacramental de los ritos, mostrándonos, como una forma de pregustación a través del arte y la arquitectura, la gloria y la dignidad del Nuevo Cielo y la Nueva Tierra.
La guía enuncia los criterios básicos sobre las diferentes parte del templo, citando textos del Concilio Vaticano II y la Instrucción General del Misal Romano (IGMR). La idea de la Diócesis no es elaborar una instrucción de obligatorio cumplimiento, sino ofrecer líneas guía que ayuden en el proceso de reconstrucción al interior de las comunidades parroquiales. Hasta este momento, los fieles afectados han debido usar lugares temporales como escuelas y auditorios, situación que ocasiona cansancio y que ha motivado una notable expectativa por la reconstrucción. Cada parroquia preparará un resumen del proyecto para que un arquitecto diseñe el templo, y la Diócesis recomienda que se trate de un profesional con experiencia en arquitectura sacra, que comprenda la profundidad teológica y pastoral de su labor.
Sobre los estilos y la identidad estética de los templos, la guía no impone un tipo específico pero recomienda que se empleen estilos tradicionales como el Gótico o el Neoclásico. «Generalmente los estilos modernistas no han servido bien a la liturgia», señala el documento, que cita la Instrucción General del Misal Romano en este punto: «El carácter y la belleza de un templo debe fomentar la devoción y mostrar la santidad de los misterios litúrgicos». Esta recomendación ha sido bien recibida en las comunidades, según Stopforth: «Algunos han mencionado que aprecian el hecho de que las personas desean iglesias tradicionales, iglesias que se vean como iglesias».
La Diócesis de Christchurch cuenta con un comité estratégico que evalúa las obras más prioritarias con el fin de aprovechar los recursos de acuerdo con las necesidades. «La realidad es que no vamos a restaurar todos nuestros templos», explicó el director de la Oficina Pastoral. Las razones son sencillas: «La necesidad no está aquí», comentó, a lo cual sumó que «no hay suficiente dinero. Algunas de estas cosas ya se han trabajado, pero mientras tanto se están preparando los informes de los arquitectos».
Con información de NZCatholic.
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