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Río de Janeiro (Viernes, 24-10-2014, Gaudium Press) El símbolo de la conmemoración del Año Teresiano -que culminará el 15 de octubre de 2015 en vista de los 500 años de nacimiento de Santa Teresa de Jesús-; el bastón reliquia usado por la religiosa salió de Ávila, España, para recorrer 30 países por el mundo.
En Brasil, la peregrinación ya pasó por San Pablo, y recientemente, el 19, desembarcó en Río de Janeiro, dirigiéndose posteriormente para la Basílica de Santa Teresita, en Tijuca, y para el barrio de Santa Teresa, en el Carmelo y Parroquia Santa Teresa, donde fue venerado por los fieles cariocas.
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En la Parroquia de Santa Teresa, el bastón fue recibido por el párroco, Padre José Brito Terceiro, y participó de la Celebración Eucarística vespertina, presidida por el provincial carmelita descalzo, de la Provincia San José, Fray Cleber de la Trinidad.
Comentando sobre la vida mística de Santa Teresa, Fray Cleber destacó en la catequesis los puntos de las «Moradas», considerados por la Santa los lugares por donde pasan aquello que es más secreto entre Dios y el alma.
«En este año jubilar, no dejemos pasar la gracia para rever y profundizar nuestra relación con Jesús. Dejemos de lado la pereza, el cansancio, el desánimo, la indiferencia, en fin, el pecado que ha castigado nuestras comunidades y seamos verdaderos hijos e hijas de Teresa, buscando y encontrando a Jesús en nuestra vida, en lo profundo de nuestra alma y en nuestras comunidades», resaltó.
Después, el Padre José Brito dijo que la presencia del bastón reliquia de Santa Teresa es importante para la comunidad, una vez que los fieles tuvieron la oportunidad de conocer más la vida y la espiritualidad de la religiosa.
Según el párroco, el bastón «recuerda la peregrinación que Santa Teresa hacía para fundar nuevos Carmelos. Ella continua peregrinando, mostrando que el Camino de Luz es el propio Cristo», siendo muy significativo para los cristianos hoy, por el hecho de ser una reliquia que se conserva por más de 500 años.
«Es una pieza aparentemente sin valor, pero tiene un significado místico. Por ser de madera nos remite a la cruz donde Cristo entregó su vida por nosotros. Caminando y apoyando en su bastón, ella seguramente enfrentó muchos desafíos, muchas cruces para realizar su misión como errante del Señor», finalizó. (LMI)
De la redacción Gaudium Press, con información de la Arquidiócesis de Río de Janeiro.
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