Mendoza (Viernes, 24-10-2014, Gaudium Press) El llamado a la vida religiosa puede ser recibido de muchas formas y en muchos momentos de la vida. Algunas personas pueden tener noción de su vocación desde la primera infancia y otros descubrirla en su juventud. La Hna. María, religiosa del Instituto del Verbo Encarnado, consagró su vida después de haber vivido como esposa, haber sido madre de siete hijos, tres de los cuales son sacerdotes misioneros y haber enviudado. A sus 82 años, fue admitida como religiosa y entrega sus últimos años a los niños el Hogar Nuestra Señora de la Divina Providencia, de Rama Caída, Argentina.
La Hna. María, junto a su hijo, el P. Luis Montes. Foto: Mediamza. |
Su testimonio, prácticamente anónimo, hubiera podido pasar desapercibido de no ser por una corta visita de su hijo, el P. Luis Montes, a Argentina. Este sacerdote misionero sirve en Irak, y el informativo Mediamza, de Mendoza, Argentina, aprovechó su estancia para conocer de cerca la situación de los cristianos en Medio Oriente. En la entrevista grabada para este medio de comunicación, el P. Montes describió cómo estás conformada su familia, y la particular historia de la vida religiosa de su madre salió a la luz.
«Somos siete hermanos, uno ya falleció, tres somos sacerdotes», describió el religioso de 44 años, quien ha dedicado su vida sacerdotal al servicio a la Iglesia en Medio Oriente y quien tiene otro hermano laico consagrado que sirve en Egipto. «Mi papá falleció hace ocho años y hace poquito mi mamá, siendo viuda, entró al convento de las hermanas, así que ahora es religiosa».
Descrito con gran sencillez, este testimonio causó un gran impacto, y las imágenes captadas por el medio del P. Montes junto a su madre María, donde ella porta el hábito de religiosa, han sido reproducido por varios medios católicos como un ejemplo de entrega a Dios hasta el final de la vida y según el estado y lugar en el cual cada uno se encuentra. Ya libre de las obligaciones del hogar, de la responsabilidad sobre la crianza de los hijos y de las obligaciones para con su esposo, María asumió un nuevo compromiso al servicio de Dios.
Con información de Camino Católico y Mediamza.
Deje su Comentario