Ciudad del Vaticano (Miércoles, 29-10-2014, Gaudium Press) Los académicos de la Pontificia Academia de Ciencias, reunidos en el Vaticano para su Plenaria que finalizó ayer, fueron saludados por el Papa Francisco en la mañana del lunes 27.
La presencia del Pontífice en la Academia se dio por ocasión de la inauguración de un busto erguido en homenaje al Papa Emérito Benedicto XVI.
Al dirigir algunas palabras a los académicos, Francisco los alentó a llevar avante el progreso científico. Sin entrar en el mérito de la temática que está siendo tratada en la Plenaria, «La evolución del concepto de naturaleza», el Pontífice destacó la compañía de Dios y de Cristo en el camino del ser humano.
El mundo surgió de un Principio supremo que crea por amor, expresó el Papa |
El Papa recordó que «cuando leemos en el Génesis el capítulo referente a la Creación, corremos el riesgo de imaginar que Dios haya actuado como un mago, con una varita mágica capaz de crear todas las cosas. Pero no es así». Él explicó que Dios es el Creador que da el ser a todas las entidades: el inicio del mundo no es obra del caos, sino deriva de un Principio supremo que crea por amor.
Para Francisco, el Big-Bang no contradice la intervención creadora, sino, al contrario, exige esa intervención. Según el Pontífice, en este contexto, el hombre fue creado con una característica especial -la libertad- y recibe la incumbencia de proteger la Creación. Sin embargo, si la libertad se torna autonomía absoluta, eso destruye la Creación y el hombre asume el lugar del Creador. Y eso, recordó el Papa, «Es el pecado contra Dios Creador.»
Al concluir sus palabras a los académicos, el Papa recomendó: «Al científico, por tanto, y sobre todo al científico cristiano, corresponde la actitud de interrogarse sobre el futuro de la humanidad y la tierra; de construir un mundo humano para todas las personas, y no para un grupo o una clase de privilegiados». (JSG)
De la Redacción, con Informaciones de Radio Vaticana
Deje su Comentario