Menú 
Ciudad del Vaticano (Martes, 04-11-2014, Gaudium Press) De acuerdo con el Papa Francisco -en su homilía hoy en la Casa Santa Marta- a veces, por egoísmo o sed de poder, evitamos la fiesta a la cual el Señor nos invita gratuitamente, conforme narra el Evangelio de San Lucas.
«Es muy difícil oír la voz de Jesús, la voz de Dios, cuando no se ve el horizonte porque el horizonte es él mismo. Y por detrás de eso, hay otra cosa, más profunda: el miedo de la gratuidad; tenemos miedo de la gratuidad de Dios. Es tan grande que nos asusta».
El Papa resaltó que esa situación ocurre por ciertas experiencias de la vida que nos hicieron sufrir, de la misma forma como ocurrió con los discípulos de Emaús, que se alejan de Jerusalén. O por cierta incredulidad tipo Santo Tomás, que quiere tocar para creer.
«¿Estamos más seguros en nuestros pecados, en nuestros límites, cuando estamos en nuestra casa; salir de nuestra casa para ir a la invitación de Dios, a la casa de Dios, con los otros? No. Siento miedo. Y todos nosotros cristianos tenemos este miedo. Confiados en el Señor, pero no mucho», resaltó.
El Pontífice recordó a los presentes que Jesús «pagó la fiesta con su humillación hasta la muerte, muerte en Cruz. Y esta es la gran gratuidad», pues cuando nosotros miramos el Crucifijo, pensamos que «esta es la entrada a la fiesta» del Señor.
Finalizando, Francisco dijo que hoy «la Iglesia nos pide que no tengamos miedo de la gratuidad de Dios».
«Debemos abrir el corazón, hacer de nuestra parte todo lo que podemos; pero la gran fiesta será hecha por Él». (LMI)
Deje su Comentario