Aparecida (Miércoles, 05-11-2014, Gaudium Press) La Basílica Matriz de Aparecida, la casa de la Patrona del Brasil, Nuestra Señora Aparecida, guarda desde enero de 1910 algunas de las reliquias pertenecientes a San Vicente Mártir, enviadas por la Santa Sede en vista de la concesión del título de elevación a la Basílica Menor, en 1908.
El relicario que se encuentra expuesto en el templo posee un fragmento de hueso del Santo español martirizado en el siglo IV, así como un pedazo de piedra manchada con la sangre derramada durante el momento de su martirio.
Según el Padre Victor Hugo Lapenta, coordinador de la Comisión de Bienes Culturales e Históricos de la Arquidiócesis de Aparecida, el envío de reliquias de santos para un templo que recibe este título es una costumbre de la Iglesia, pues esa «es una exigencia de la Iglesia que los templos que reciben este título de basílica tengan una reliquia insigne, que tenga ligación directa con el santo y que sea reconocida oficialmente por la Iglesia».
Según el sacerdote, la reliquia hace recordar a los fieles el testimonio de vida dado por San Vicente Mártir.
«La Iglesia tiene una tradición de veneración de las reliquias, una forma de homenajear a la persona del santo. No es la reliquia en sí, sino es la persona del santo que es venerada a través de la reliquia», destacó.
La primera vez que la reliquia del santo fue expuesta al público fue el día 8 de enero de 1910, cuando, en la época, fue realizada una Celebración Eucarística presidida por el Cardenal Joaquim Arcoverde. (LMI)
De la redacción de Gaudium Press, con informaciones de A12
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