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Santiago (Viernes, 24-07-2009, Gaudium Press) El pasado jueves 23 de julio la Iglesia católica en Chile presentó oficialmente la nueva encíclica del Papa «Caritas in veritate«, en ceremonia realizada en el Salón de Honor de la Universidad Católica de Chile. El evento contó con la presencia de varios obispos de la Conferencia Episcopal, además de autoridades políticas, militares y personas representantes de las distintas esferas de la sociedad civil.
La presentación tuvo como panelistas al Presidente de la CECh, monseñor Alejandro Goic, al Cardenal Francisco Javier Errázuriz, al Rector de la Pontificia Universidad Católica, Doctor Pablo Rosso y al Vicario de la Pastoral Social y de los Trabajadores, Pbro. Rodrigo Tupper.
Después del saludo de bienvenida del Padre Tupper, se mostró a los asistentes un video que revisa los aspectos fundamentales de la nueva encíclica. Luego, Monseñor Goic y el Rector Rosso procedieron a la presentación de la encíclica, analizando su mensaje y contextualizándolo con la realidad nacional.
Antes del término se realizó un acto simbólico en donde distintos representantes de la sociedad recibieron la encíclica como manifestación del compromiso de todos con los valores de la enseñanza social de la Iglesia. Finalmente el Arzobispo de Santiago, cardenal Francisco Javier Errázuriz agradeció la presencia a los asistentes y destacó que las nuevas enseñanzas del Santo Padre «nos darán un nuevo impulso para promover y construir en medio nuestro una sociedad fraterna y solidaria».
Desarrollo integral de la persona en el centro de la vida social.
En su intervención el Presidente de la Conferencia Episcopal, monseñor Alejandro Goic, dio gracias al Santo Padre por su nueva Encíclica expresando que la Iglesia la presenta a los constructores de la sociedad chilena, como una ofrenda al Bicentenario del país.
Reconociendo los esfuerzos realizados por los distintos sectores de la sociedad para dar solución a la pobreza y a la miseria, el pastor advirtió que las nuevas pobrezas y la creciente desigualdad que el Papa denuncia no pueden dejarnos estáticos.
Recordando las palabras del Papa, en el sentido que la justicia es inseparable de la caridad e intrínseca a ella, el obispo manifestó que el mensaje de la Iglesia es una respuesta profética que no se agota en la denuncia ni en el clamor, debido a que siempre concluye en la esperanza de la resurrección.
«Cuando la palabra de los pastores incomoda y cuando se nos exhorta a no inmiscuirnos en ciertos ámbitos, estas reflexiones del Papa Benedicto XVI nos animan: somos sujetos de caridad, instrumentos de la gracia para difundir el amor de Dios tejiendo redes de caridad, redes de amor«, indicó.
Además, el prelado incluyó en su mensaje una referencia a la crisis económica internacional que afecta a nuestro país, lamentando sus consecuencias, particularmente el aumento del desempleo y el cierre de actividades económicas. «Detrás de cada trabajador despedido y de cada ejecutivo que decide ya sea un despido o un término de actividades productivas, hay personas y familias, hay rostros, historias de vida, humanidad sufriente«, manifestó.
Asimismo criticó la desigualdad en los salarios que llevan a que sólo algunos tengan que «apretarse el cinturón» y al excesivo consumismo como un «síntoma peligroso de una sociedad centrada más en el tener que en el compartir, más en el disfrute que en el crecimiento. Cuando en pocas horas se agotan las entradas para un espectáculo cuyo precio es superior a un sueldo mínimo, es tiempo de pensar dónde está nuestro centro«.
Al finalizar el obispo exhortó a las universidades y centros de pensamiento, a los obispos y a los sacerdotes, a las congregaciones religiosas e institutos seculares, a las comunidades y colegios de Iglesia, a que la nueva encíclica se conozca, se divulgue, se comente y se analice en comunión con la sociedad civil.
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