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Singapur (Lunes, 01-12-2014, Gaudium Press) La comunidad católica de Singapur no es muy grande; representa solo el 5% de la población, alrededor de 200.000 personas. Pero su dinamismo y crecimiento es notorio, tanto que recientemente se ha inaugurado allí un seminario teológico.
Pues bien, esta comunidad vivirá su época de adviento como un tiempo especial «para orar y contemplar con María», según las palabras de su Arzobispo, Mons. William Goh Seng Chye, quien en Carta Pastoral también difundió el lema que inspirará el accionar de su sede en el año litúrgico que inicia: «Portadores de la Buena Nueva».
«Propiamente, el tema para este año es ‘Portadores de la Buena Nueva’ «, que es parte de las actividades asociadas a la Nueva Evangelización, bajo la protección de Nuestra Señora, que solo puede conducirnos «a Cristo, la Luz del Mundo».
Dar esperanza a un mundo al borde de la desesperación
«Después de ponderar lo que el ángel Gabriel le había dicho, se apresuró a ir a Elizabeth a proclamar la Buena Nueva de la venida del Mesías», escribe el prelado. «Nosotros, también, debemos seguir el ejemplo de María e ir aprisa a aquellos de la sociedad de hoy que necesitan la Buena Nueva – aquellos que están perdiendo la esperanza, sintiéndose poco amados o experimentando una baja autoestima».
«Porque cuando el amor no más experimentado como sincero, verdadero o eterno, muchos recurren a las cosas materiales, al juego, al abuso de sustancias y otras formas de adicción para llenar el vacío». Así, «como discípulos escogidos por Cristo, estamos llamados hoy a dar esperanza a un mundo que está en el borde de la desesperación», afirmó pastoralmente el Arzobispo.
Meditar y orar tras las huellas de la Virgen
Jesús es «el Camino, la Verdad y la Vida y es la repuesta a todos los enigmas y sufrimientos de esta vida.
Al mismo tiempo, como la Virgen, «tenemos que tener un tiempo para la oración y la meditación tranquila, en preparación para recibir bien al Señor».
«La disciplina de la oración es importante», establece Monseñor Goh, quien señala también que «sin la oración, no podemos crecer en la santidad». Y «la oración, para ser eficaz, debe ser fortalecida por las obras de caridad, la penitencia, el ayuno y la mortificación».
Con información de Asia News
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