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Ciudad del Vaticano (Lunes, 01-12-2014, Gaudium Press) Al comienzo de la celebración eucarística que dio inicio al Año de la Vida Consagrada en la Basílica de San Pedro, el Cardenal Joa?o Braz de Aviz, prefecto de la Congregación para los Institutos de vida consagrada y las sociedades de vida apostólica, leyó un mensaje del Papa quien se encontraba en Turquía en visita apostólica.
En el mensaje, el Pontífice hace una convocatoria a los consagrados: «despertad al mundo, iluminadlo con vuestro testimonio profético y contracorriente».
Para seguir esta invitación el Papa les ha dado tres palabras programáticas.
«Ser alegres». El Pontífice pide que muestren la felicidad de seguir a Jesús y que contagien al mundo con esa alegría.
En segundo lugar, «ser valientes». El Papa recuerda que quien se siente amado por el Señor sabe poner en Él plena confianza. «Con la fuerza del Espíritu Santo que os acompaña, id por los caminos del mundo y mostrad el poder innovador del Evangelio, que puesto en práctica, realiza también hoy maravillas y puede dar respuesta a todos los interrogantes del hombre», afirma el Santo Padre.
Y finalmente, «ser hombres y mujeres de comunión». Al respecto, el Papa recuerda que mostrar la fraternidad universal no es una utopía, sino el signo mismo de Jesús por toda la humanidad.
Por su parte, el cardenal Braz de Aviz, durante la homilía ha afirmado que iniciamos el Año de la vida consagrada «en el signo de la esperanza cristiana porque el Señor es fiel y, con su misericordia, transforma nuestras infidelidades». Quien espera en Él -ha observado- no queda desilusionado.
Finalmente, el prefecto ha mencionado la Carta Apostólica «Testigos de la Alegría» que el Papa ha dedicado a los religiosos y religiosas al inicio del Año de la Vida Consagrada.
Con información de Zenit
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