Corrientes (Martes, 02-12-2014, Gaudium Press) En Corrientes, Argentina, el Año de la Vida Consagrada inició con una misa en el antiteatro José Hernández, celebrada por el Arzobispo Andrés Stanovnik. La ceremonia tuvo la particularidad de estar acompañada por la cruz de San Damián, que el Papa obsequió a los jóvenes argentinos durante la Jornada Mundial de la Juventud.
Fueron cientos los consagrados asistentes a la eucaristía. A ellos especialmente se dirigió Mons. Stanovnik.
«Estén atentos, es la recomendación que el evangelista san Marcos nos
dirige para prepararnos al encuentro con Jesús. La Palabra de Dios nos
advierte que se viene algo muy importante, muy bello y, en realidad, lo
único que verdaderamente vale la pena. Es necesario estar siempre listo,
porque se trata nada menos que de estar preparado para el encuentro con
el Señor que viene, y de estar dispuesto a recibirlo y a quedarse con
él», expresó el arzobispo.
Después de haber encontrado a Jesús, el mayor tesoro, nada puede cambiar la alegría de ese encuentro.»Estén atentos, para que esa alegría no se corrompa y dé lugar a satisfacciones pasajeras, que no tienen nada en común con la alegría del evangelio. Así como en el matrimonio cristiano todos sus gestos deberían reflejar el amor de Jesús, así también los sentimientos, las palabras y los gestos de la persona consagrada son para irradiar el amor de Jesús», observó.
«Es fascinante esta vocación y dichoso o dichosa al que le toca», reconoció el arzobispo, quien también identificó que «los nuevos brotes de vida consagrada en la vida de la Iglesia» provienen de la periferia, porque «allí se hacía visible el rostro sufriente de Jesús en el enfermo, en el encarcelado, en el drogadicto y en toda clase de marginación a la que son arrojados los hermanos y hermanas».
Monseñor Stanovnik invitó a experimentar la sabiduría del amor y emprender el camino de la iniciación a la vida cristiana, siendo conducidos dócilmente por el Espíritu Santo, como lo hizo María en la Anunciación. De esta manera, invitó a predisponerse para vivir con prontitud y alegría el Adviento.
Con información de Aica
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