Singapur (Lunes, 08-12-2014, Gaudium Press) El viaje de un seglar singapurense, el señor Ivan Lui, a Polonia fue el inicio de un curioso viaje: un recipiente con arena del estadio Nacional de Singapur recorrió miles de kilómetros desde el país asiático hasta Wadowice, Polonia. EL destino del particular contenido era un museo construido en honor de San Juan Pablo II. El Sr. Lui había notado que la institución había comenzado a recolectar tierra de los lugares visitados por el emblemático Pontífice viajero y a través suyo se realizó el encargo de la muestra de arena de Singapur.
Entrega de la arena del Estadio Nacional de Singapur a la Casa Museo San Juan Pablo II en Wadowice. Foto: Catholic News Singapur. |
Al tratarse de un recuerdo del viaje apostólico de San Juan Pablo II a Singapur en 1986, era necesario contactar al Arzobispo de Singapur, Mons. William Goh. «Su Excelencia fue muy favorable y ofreció toda la asistencia para tener el honor de que Singapur fuera recordado en este museo especial», relató el Sr. Lui a Catholic News Singapur. El prelado fue quien seleccionó el lugar de donde se tomaría la tierra, optando por el Estadio en el cual se celebró la Eucaristía del 20 de noviembre de ese año.
La tierra fue llevada a Polonia en una peregrinación presidida por el sacerdote Paul Goh, a la cual se unieron 34 personas de diferentes parroquias de Singapur, Malasia y Australia. Los peregrinos recorrieron Polonia, Hungría y República Checa. La entrega en el museo polaco se realizó el pasado 20 de octubre y el propio sr. Lui llevó al lugar el recipiente junto con una carta de Mons. William Goh.
Los peregrinos recibieron un tour especial por el Museo con explicaciones de una religiosa, la Hna Benedykta Mazur. Al llegar al cuarto donde se conservan las muestras de terreno de los viajes apostólicos, el P. Paul Goh, en nombre del Arzobispo de Singapur, hizo entrega formal de la arena a la Hna. azur, quien la recibió en nombre del Museo.
El Museo en honor de San Juan Pablo II en Wadowice conserva una notable colección de recuerdos del Pontífice, incluyendo el cuarto en el cual vivió y varios objetos personales, al igual que el arma con la cual Alí Agca intentó asesinarlo en el tristemente célebre atentado de 1982 y cuya falla fue atribuida por el Santo Padre a una intervención directa de la Santísima Virgen.
Con información de Catholic News Singapur.
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