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Los Ángeles (Sábado, 13-12-2014, Gaudium Press) Mons. José Gómez, Arzobispo de Los Ángeles, Estados Unidos, presidió la celebración de la memoria litúrgica en honor a la Virgen de Guadalupe en una Eucaristía de media noche en la Catedral, luego de una jornada que incluyó la veneración de la Reliquia de la Tilma y actos culturales como serenatas a la Santísima Virgen. En uno de sus más recientes comentarios sobre la fiesta, el prelado relacionó a esta advocación con la defensa de la dignidad de cada vida humana: «Nuestra Señora de Guadalupe ha estado con nosotros desde el principio de nuestro viaje en esta vida», expresó, e invitó a los fieles a unirse a la iniciativa provida OneLifeLA, así como actuar en defensa de los inmigrantes.
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| Mons. Gómez bendice un niño durante la Celebración Guadalupana. Foto: Arquidiócesis de Los Áneles. |
«Nuestra Señora de Guadalupe no es sólo la madre del pueblo de México. ¡Ella es la Madre de todos los pueblos de las Américas! Ella es la nueva Eva. ¡Ella es la Madre de todos los vivientes! ¡Ella es nuestra Madre!», indicó Mons. Gómez en su cuenta personal de Facebook, en la cual ha venido compartiendo reflexiones sobre el tema guadalupano. Sobre el interés materno de la Santísima Virgen desde el primer instante de la vida, el Arzobispo indicó que «Ella todavía está velando por nosotros y por nuestras familias – con su mirada dulce y ojos amorosos. Ella nos guía y nos protege en todos los desafíos y las alegrías de la vida. Ella ama a todos sus hijos».
El prelado recomendó a sus lectores apoyar iniciativas como el Proyecto Esperanza por los Derechos de los Inmigrantes y OneLifeLA (que celebra «la belleza y dignidad de cada vida humana desde la concepción hasta la muerte natural»). «Vamos a escuchar a Nuestra Señora de la llamada de Guadalupe y defender la vida de los más vulnerables», expresó. «¡Somos todos hijos de Dios! Esta es la hermosa verdad del Adviento y la Navidad. Este es el bello mensaje de la dulce Virgen del Tepeyac», afirmó en su siguiente mensaje en esta red social. «Queridos hermanos y hermanas guadalupanos, cada uno de nosotros es el más pequeño de los hijos de María».
El Arzobispo, quien celebró además la Celebración Guadalupana el 08 de diciembre con un colorido desfile seguido por una Eucaristía, motivó en los fieles la tierna devoción mariana. «¡Volvámonos al dulce rostro de nuestra Madre! ¡Presionemos nuestra mejilla contra la Suya!», exhortó «¡Estemos siempre cerca de nuestra Madre! ¡Dejemos que ella sea nuestra vida, dulzura y esperanza!Así que le pedimos a la Virgen que nos ayude a ser siempre como ella. Que nos ayude a vivir siempre con Jesús en nuestros corazones, a vivir para compartir a Jesús con todo el mundo, en todo lo que hacemos».
Con información de EWTN.
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