Ciudad del Vaticano (Lunes, 15-12-2014, Gaudium Press) Ayer en la Plaza de San Pedro, la celebración estuvo marcada por la presencia infantil. Los niños siempre alegran con su asistencia el rezo dominical del Ángelus en la Plaza vaticana, pero ayer, en el domingo ‘Gaudete’, era particularmente su día: Casi todos llevaban en sus manos la figura del Niño Dios que adornará sus pesebres en la Nochebuena. Para ellos el Papa tuvo una palabra especial.
«Ahora saludo con afecto a los chicos venidos para la bendición de los ‘Niñitos’, organizada por el Centro di Oratori Romani. Pero enhorabuena, Ustedes lo han hecho muy bien, han estado muy alegres aquí en la plaza, ¡enhorabuena! Y ahora llevan el pesebre bendecido», dijo el Pontífice.
Después de desear a los niños una feliz Navidad, el Papa les pidió que no dejaran de rezar por él, e hizo una corta catequesis sobre la importancia de la oración: «La oración es el respiro del alma: es importante encontrar momentos en la jornada para abrir el corazón a Dios, también con las simples y breves oraciones del pueblo cristiano».
Como un incentivo práctico a la oración, y anticipando los obsequios de la Navidad, el Papa Francisco llevó un regalo a todos los presentes al Ángelus: «Hoy he pensado en hacerles un regalo a todos ustedes que están aquí, en la plaza, una sorpresa, un regalo. Les daré un pequeño librito de bolsillo que reúne algunas oraciones, para los varios momentos de la jornada y para las diversas situaciones de la vida.
Es esto. Algunos voluntarios los distribuirán. Tomen uno cada uno y llévenlo siempre con ustedes, como ayuda para vivir toda la jornada con Dios».
Con información de Radio Vaticano
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