Kiev (Viernes, 19-12-2014, Gaudium Press) Una grave denuncia sobre la situación de reconocimiento legal de la Iglesia en las zonas de Ucrania bajo control de separatistas fue hecha en Kiev, Ucrania, por el portavoz de la Iglesia Greco Católica Ucraniana el pasado 18 de diciembre. «En Crimea y en Ucrania oriental hemos efectivamente regresado a las catacumbas», declaró el P. Ihor Yatsiv a Catholic News Service. El sacerdote explicó que en estas zonas la Iglesia Greco Católica Ucraniana no cuenta con estatus legal para ejercer su apostolado de una forma similar a como se limitó su libertad religiosa bajo dominio soviético.
Mons. Sviatoslav Shevchuk, Arzobispo Mayor de Kiev. Foto: CatholicUkes |
«Es una triste paradoja que la historia se repita ahora que estamos conmemorando nuestra liberación», agregó el portavoz. «Después de un par de décadas de libertad, nuevamente parece que la hemos perdido». El anuncio tiene lugar pocos días antes de que se venza el plazo para volverse a registrar oficialmente en esas zonas, 01 de enero, registro que debe hacerse en esta ocasión bajo la normatividad rusa, en la cual la Iglesia Greco Católica Ucraniana no tiene estatus legal.
El sacerdote explicó que no existe como tal una negativa formal de las autoridades a las solicitudes de la Iglesia, sino una serie de obstáculos insalvables para el registro. En los lugares bajo control separatista no existe un gobierno formal y de forma local se están «imponiendo cualquier regla y regulación que escojan».
Esta situación ya había sido advertida por el Arzobispo Sviatoslav Shevchuk, quien había descrito a la agencia Kathpress que las comunidades greco católicas en los territorios disputados quedarían «fuera de la ley» , al igual que las comunidades católicas de rito latino y otras confesiones no reconocidas por los separatistas. El prelado lamentó que en los 25 años de la legalización de la Iglesia Greco Católica Ucraniana «nuestro derecho a la actividad legal sea pronto retirado en varias partes de nuestro país».
En su denuncia, realizada en diciembre 12, Mons. Shevchuk afirmó que «claramente ya no hay libertad religiosa en Crimea y en los territorios ocupados del este», razón por la cual pidió el apoyo de la comunidad internacional en favor de la libertad de la Iglesia. Muchos de los católicos de las áreas afectadas tuvieron que dejar el territorio y la mayoría de las parroquias han cerrado sus puertas en las regiones de Luhansk y Donetsk.
Con información de Catholic News Service.
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