Vicario de Roma invita a jornada de oración por la Ciudad Eterna

Roma (Viernes, 19-12-2-14, Gaudium Press) El Cardenal Agostino Vallini, Vicario de la Diócesis de Roma, ha dirigido un mensaje a los fieles capitalinos para que el próximo lunes 22 de diciembre se unan a la «Oración por Roma». La jornada por la Ciudad Eterna tendrá lugar en la Basílica de Santa María la Mayor frente al ícono de Nuestra Señora ‘Salus Populi Romani’.

Ícono de María ‘Salus Populi Romani’ / Foto: Gaudium Press.

«Queridos hermanos y hermanas, en estos días nuestra ciudad vive páginas amargas en su historia por los graves asuntos de corrupción. El sufrimiento presente en el corazón de tantos ciudadanos, que creen en la legalidad y en la honestidad, ha acentuado el clima de desconfianza y pesimismo ya presente debido a la grave crisis económica que no escatima dolores y preocupaciones», dice con preocupación el purpurado, quien continúa: «Nuestra Iglesia diocesana, partícipe de estos acontecimientos, siente más que nunca la urgencia de la conversión de los corazones y de anunciar la esperanza para un nuevo tiempo de serenidad».

A razón de ello, el Cardenal Vallini invita, junto con el Consejo Episcopal, para que todos participen de la «Oración por Roma», que ocurrirá a las 19:00 horas del próximo lunes en la Capilla Paulina del templo romano, con la Virgen María como mediadora.

«Confiaremos a la Virgen María nuestra oración, para qué el Señor toque el corazón de todos, suscite un renovado empeño para construir una ciudad con rostro humano, donde la dignidad inviolable de cada persona, la justicia y la solidaridad sean valores compartidos y practicados. Es urgente un renacer espiritual», añade el Vicario de la diócesis de Roma.

Precisamente el ícono de la Virgen ‘Salus Populi Romani’ tiene un gran significado. De acuerdo con la tradición, Ella fue pintada por el propio Evangelista Lucas. La obra fue elaborada sobre la base de un leño de cedro de estilo bizantino, en el que se representa a Nuestra Señora vestida con manto azul oscuro fileteado con un oro, y por encima una túnica púrpura. María lleva en sus brazos al pequeño Niño Jesús, quien mira dulcemente a su Madre y bendice.

Con información de la Diócesis de Roma y RomaSette.it.