Wenzhou (Lunes, 29-12-2014, Gaudium Press) La situación de la libertad religiosa en China continuó dando muestras de su gravedad incluso en el tiempo de Navidad con la prohibición de actos de celebración por el nacimiento de Jesucristo en escuelas y universidades de la provincia de Wenzhou por considerarlas una «contaminación espiritual occidental», según reportó la agencia Asia News. También continuó la campaña de demolición en contra de las cruces exteriores en lugares de culto, y se afectaron varios templos católicos por la supuesta ausencia de permisos de construcción para estos símbolos religiosos.
Procesión de entrada en celebración de la Navidad en China. Foto: Asia News. |
La medida en contra de la celebración navideña en centros educativos presenta la paradoja de que la provincia es la mayor productora de artículos decorativos para Navidad y contradice el hecho de que según una encuesta citada por la agencia informativa un 60 por ciento de los estudiantes universitarios desea conocer más acerca del cristianismo. La normativa fue emitida por el Departamento de Educación local y califica las celebraciones navideñas como «no chinas» , a pesar de que los elementos decorativos fabricados en el lugar corresponden al 60 por ciento de la producción mundial.
Este hecho se une a la continua campaña en contra de los lugares de culto cristianos, que tendría su origen en la animadversión de las autoridades en contra de la fe y que recibiría el nombre informal de «tres rectificaciones y una demolición». Este nombre expresaría la proporción de lugares de culto que serían finalmente destruidos para dar lugar a otros proyectos inmobiliarios estatales, según Asia News. Las demoliciones supuestamente contribuyen al «embellecimiento» de la provincia y afectan incluso a templos construidos con todos los permisos y condiciones legales. Al secretario del partido comunista en la provincia de Zhejiang, Xia Baolong, se le acredita haber opinado que habían «demasiadas cruces» en la vista panorámica de Wenzhou.
Según fuentes católicas locales, la campaña está dirigida a «reducir el impacto de las comunidades cristianas oficiales y subterráneas sobre la sociedad china» y sería una reacción al incremento de conversiones en los últimos años. Los funcionarios estatales han llegado a enfrentarse directamente con grupos de creyentes que han intentado sin éxito defender los templos y se han confiscado fondos recaudados para la construcción de nuevos lugares de culto. Los llamados oficiales del Obispo de Wenzhou y el clero local no han sido atendidos por las autoridades, a pesar de que el prelado denunciara que las demoliciones atentan contra el equilibrio social de la región y podrían dar origen a una situación de inestabilidad.
Con información de Asia News.
Deje su Comentario