Ciudad del Vaticano (Viernes, 02-01-2015, Gaudium Press) Fueron miles las personas que acudieron ayer a la Plaza de San Pedro, para rezar junto con el Santo Padre el Ángelus, en el inicio de 2015. El Papa habló sobre la Virgen, en el día en que la Iglesia celebró la Fiesta de Santa María Madre de Dios. También trató del bautismo «sacramento que nos ha regenerado a la vida nueva».
«En este primer día del año, en el clima gozoso, si bien frío, de la Navidad, la Iglesia nos invita a fijar nuestra mirada de fe y de amor en la Madre de Jesús», inició el Pontífice. «Es imposible separar la contemplación de Jesús, la Palabra de la vida que se ha hecho visible y tangible (cfr. 1 Jn 1,1), de la contemplación de María, que le ha dado su amor y su carne humana», estableció. El que el Salvador haya nacido de una Virgen, mujer, «habla de manera esencial y por esto aún más fuerte de la verdadera humanidad del Hijo de Dios. Como afirma un Padre de la Iglesia, San Atanasio: ‘Nuestro Salvador fue verdaderamente hombre y de él vino la salvación de toda la humanidad’ (Carta a Epíteto: PG 26)».
Posteriormente el Papa habló del bautismo «que nos injerta como miembros vivos en Cristo y nos inserta en su Iglesia». El Papa Francisco invitó a redescubrir «el regalo recibido en aquel Sacramento que nos ha regenerado a la vida nueva: la vida divina. Y esto a través de la Madre Iglesia, que tiene como modelo a la Madre María. Gracias al Bautismo hemos sido introducidos en la comunión con Dios y ya no estamos a merced del mal y del pecado, sino que recibimos el amor, la ternura, la misericordia del Padre celestial». El Pontífice invitó a los presentes a tener muy presente el día de su bautismo.
También el Papa se refirió a la paz, siendo ayer la Jornada Mundial de la Paz. «¡Siempre es posible la paz! Debemos buscarla». El Pontífice insistió en que la oración está en la base de la paz, en la raíz de la paz. «La oración hace germinar la paz».
Finalmente el Papa presentó los propósitos de bien para el nuevo año «a María, Madre de Dios y Madre nuestra». «A Ella le pedimos que extienda sobre nosotros, y sobre todos los días del año nuevo, el manto de su materna protección: «Santa Madre de Dios, no desprecies las súplicas de nosotros, que estamos en la prueba, y líbranos de todo peligro, oh Virgen gloriosa y bendita».
Con información de Radio Vaticano
Deje su Comentario