¿Los Magos de Belén eran reyes?

Redacción (Martes, 06-01-2015, Gaudium Press) Dice el ilustrado P. Colunga que los Magos que visitaron al Niño Dios eran muy probablemente sacerdotes persas. «Los magos constituían la clase sacerdotal en el imperio persa, y en Babilonia habían adquirido gran influencia. Se distinguían por su aplicación al estudio de la astronomía». [1]

Entretanto, no son pocos los estudiosos que atribuyen como profético a la Epifanía el texto del Salmo que reza «los reyes de Tarsis y de las islas le ofrecerán sus dones, y los soberanos de Seba y de Saba le traerán regalos; todos los reyes se postrarán ante Él y todas las naciones le servirán» (Sl 71, 10-11), idea que se refuerza con el trecho de la lectura de hoy del que muchos llaman Protoevangelio, el libro del profeta Isaías: «Todos vienen de Saba, trayendo oro e incienso» (Is 60, 6). [2]

San Mateo es el único de los evangelistas que narra la adoración de los Magos, y él no especifica su realeza: «Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos» (Mt 2, 1 y ss).

Para San Cirilo de Alejandría, los magos son también embajadores: «Llama a los magos embajadores, ya que en cierta manera habían venido al rey de Israel para que hubiese paz entre ellos y los israelitas y se hiciera de los gentiles y los judíos ‘un solo rebaño y un solo pastor’ » [3]

Por su parte el Crisóstomo expresa que Dios escogió entre los gentiles, para revelarse infante, a unos grandes sabios, los mayores: «Porque fue así que, llegada la estrella, se posó sobre la cabeza misma del Niño, mostrando que era criatura divina y, con el hecho de pararse, convidó a que lo adoraran, no diré a unos extranjeros sin más, sino a los más sabios entre los suyos». [4]

No obstante son muchas las tradiciones -con cierta base escriturística, como lo vimos arriba- que «nos los presentan como reyes. Es también por tradición que consta que fueron tres, que fueron bautizados más tarde por Santo Tomás Apóstol, y tiempo después fueron martirizados» [5]. Si realmente eran ellos las primicias de los pueblos gentiles como lo declara Santo Tomás [6], es arquitectónico que fueran jerarcas de algunas de estas naciones y no meros embajadores, los que vinieran a adorar al Dios hecho hombre. Por lo demás en la antigüedad no era tan extraño ver unirse en una misma persona las funciones de sabio-instructor y la de gobierno. En apoyo de estas tradiciones también hay revelaciones privadas como las de la Beata Ana Catalina Emmerick y Sor María Jesús de Agreda.

Por Saúl Castiblanco

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1 P. Colunga, introducción a III 36 de la Suma Teológica, ed. Bilingüe, t. 12 (BAC, Madrid 1955) p. 193.

2 Cfr. Royo Marín, Antonio. La Virgen María. BAC. Madrid. 1968. p. 20

3 Simonetti, Manlio. La Biblia Comentada por los Padres de la Iglesia – Nuevo Testamento 1A . Ed. Ciudad Nueva. 2004. p. 65

4 Ibídem, p. 69

5 Clá Dias, Joao Scognamiglio, Mons. O inédito sobre os Evangelhos V – Comentários aos Evangelhos dominicais Año C – Domingos do Advento, Natal, Quaresma e Páscoa. Librería Editrice Vaticana. 2012. p. 151

6 Santo Tomás de Aquino, Suma Teológica. III q 36 a. 8