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Chicago (Jueves, 08-01-2015, Gaudium Press) La Arquidiócesis de Chicago informó de manera oficial que el Arzobispo emérito Cardenal Francis George dejó el tratamiento experimental contra el cáncer que recibía después de que los médicos comprobaran que no estaba teniendo resultado. «Él está en paz, pero cuenta con las oraciones de todos para que pueda estar al servicio del Señor y Su Iglesia durante el tiempo que le queda», informó la Arquidiócesis de Chicago a través de las redes sociales.
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| El Card. Francis George, tras la Eucaristía de instalación de su sucesor, Mons. Blase Cupich, el día 18 de noviembre. Foto: Aruidiócesis de Chicago. |
Según la más reciente actualización sobre el estado de salud del Cardenal, el purpurado ya no hace parte del «grupo de prueba al cual se suministraba un fármaco de anticuerpos para contener o reducir el cáncer». Según los análisis, «esta droga experimental no ha sido efectiva en su caso, pero los médicos y otros que han supervisado este ensayo le aseguraron que la información que obtuvieron durante el curso de su tratamiento será de beneficio para otros».
El Cardenal Francis George determinará con los médicos del Hospital de la Universidad Loyola la forma como se tratarán los efectos colaterales de la enfermedad, que aún no compromete órganos vitales. El purpurado anunció la reaparición del cáncer que sufrió dos años atrás en un emotivo comunicado de marzo de 2014 (ver noticia anterior), cuando aún ejercía su misión como Arzobispo de Chicago. La renuncia al cargo, presentada al llegar al límite de edad en 2012, fue finalmente aceptada en septiembre y se designó como su sucesor al presente Arzobispo Mons. Blase Cupich, a quien él mismo presentó oficialmente en una rueda de prensa (ver noticia anterior).
Según informó la agencia CNA, el tratamiento experimental que recibía el Card. George era producido por la farmacéutica Genentech y consistía en un intento de que los anticuerpos naturales reconocieran las células cancerígenas de forma que el cuerpo pudiera controlar la enfermedad eficazmente. El Arzobispo emérito había sido sometido a una cirugía en la etapa anterior de su padecimiento para extirpar los tejidos afectados, comprobándose posteriormente un retorno del cáncer en los riñones e hígado.
Durante toda la enfermedad, el Cardenal ha pedido la oración de los fieles para su sostenimiento y ha manifestado su aceptación de la voluntad de Dios durante su convalecencia. «Es una forma difícil de la enfermedad, y muy probablemente será eventualmente la causa de mi muerte», anunció el purpurado en su mensaje de cuaresma del año anterior. El reciente anuncio sobre el final de su tratamiento, fechado el día 31 de diciembre de 2014, recuerda el apoyo espiritual que ha recibido en su padecimiento: «El Cardenal George desea agradecer a todos aquellos que han estado orando por él, y les pide que continúen haciéndolo. Ustedes y a quienes ustedes aman están siendo recodado en sus oraciones también»
Con información de Arquidiócesis de Chicago y CNA.
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