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Ciudad del Vaticano (Jueves, 08-01-2015, Gaudium Press) La histórica residencia de verano de los Papas, ubicada en en Castelgandolfo, Italia, no sólo cuenta con bellos espacios de descanso con jardines y monumentos, sino que también alberga una granja donde se producen de forma tradicional los alimentos que llegan a la mesa de los Pontífices y sus colaboradores en el Vaticano. Ante la gran acogida de la apertura de los jardines pontificios de la Villa Papal, la Santa Sede consideraría la posibilidad de abrir al público su granja, la cual podría contar con visitas guiadas e incluso degustaciones de los alimentos que allí se elaboran.
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| Los jardines de la Residencia Papal de Castel Gandolfo están abiertos al público desde el mes de marzo y a ellos podría sumarse un recorrido por la Graja Pontificia. Foto: Gugganij. |
«¿Por qué no? También existe la posibilidad de degustar nuestros productos», comentó a la agencia La Presse el director de las Villas Pontificias, Osvaldo Gianoli, según informó ACI. La granja creada por iniciativa del Papa Pío XI cuenta con gallinas «ruspanti» (que son criadas al aire libre), avestruces, pavos, conejos y 80 vacas. Los alimentos producidos son enviados directamente a la Casa Santa Marta en la cual reside actualmente el Pontífice y a la tienda ubicada al interior del Vaticano.
Aunque no se trata de una granja orgánica certificada, los productos como patatas, calabacines y tomates se cultivan de forma tradicional y sin fertilizantes químicos, los cuales se emplean únicamente en caso de gran necesidad. En la granja se elaboran también derivados lácteos como yogurt, mantequilla, quesos frescos y mozzarella, entre otros.
El complejo de Castelgandolfo cuenta con una tamaño mayor al de la Ciudad del Vaticano y corresponde a los terrenos de la residencia de campo del emperador Domiciano, los cuales quedaron en desuso y fueron otorgados a la Iglesia como beneficio asociado a la Basílica de San Juan Bautista en el siglo IV. Los Pontífices únicamente tomaron posesión del lugar en 1596, y en 1604 fue declarada patrimonio inalienable de la Santa Sede.
El primer Papa en residir temporalmente en Castelgandolfo fue Urbano VIII y a este Pontífice se atribuye gran parte de su adecuación inicial, a la cual se sumaron reformas posteriores y la adquisición de predios contiguos hasta llegar a sus dimensiones actuales.
Con información de ACI y Estado de la Ciudad del Vaticano.
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