En el Santuario mariano de Madhu, el Papa habló de los sufrimientos del pueblo y de caminar hacia el futuro

Santuario de Madhu – Sri Lanka (Miércolés, 14-01-2015, Gaudium Press) En el santuario de Nuestra Señora de Madhu, en Sri Lanka, el Papa Francisco abogó por la unión de todos los nacionales hacia un proyecto en el que prime el bien común y la reconciliación.

«Estamos en la casa de nuestra Madre. Aquí ella nos da la bienvenida», saludó el Papa al inicio de su mensaje. El santuario se encuentra en el noroeste del país, en una zona que fue refugio de católicos en época de persecuciones.

Foto: Radio Vaticano

«Aquí vienen los habitantes de Sri Lanka, tamiles y cingaleses por igual, como miembros de una sola familia. Encomiendan a María sus alegrías y tristezas, sus esperanzas y necesidades (…)», expresó el Pontífice, quien seguidamente aludió a los sufrimientos del pueblo. «Se encuentran hoy aquí familias que han sufrido mucho en el largo conflicto que rasgó el corazón de Sri Lanka». El Papa recordó a las personas asesinadas, e incluso «el triste día en que la venerada imagen de María, que data de la llegada de los primeros cristianos a Sri Lanka, fue arrancada de su santuario».

Entretanto, «la Virgen permanece siempre con ustedes», confortó el Papa. «María nunca olvida a sus hijos en esta isla resplandeciente. Al igual que nunca se apartó del lado de su Hijo en la cruz, así nunca se aparta de sus hijos que sufren Sri Lanka». El Pontífice insistió en que hay que acudir a la Madre de Dios para que atraiga sobre el pueblo las gracias divinas. «Pedimos también la gracia de reparar por nuestros pecados y por todo el mal que esta tierra ha conocido».

Para «recibir la gracia de acercarnos unos a otros», es preciso experimentar el auténtico remordimiento y el verdadero arrepentimiento». De esta manera la unión entre las personas será fruto de «una verdadera contrición, dando y recibiendo el perdón verdadero». En este camino siempre está la Virgen para «animarnos, para guiarnos, para mostrarnos el camino».

El Papa concluyó sus palabras pidiendo a María Madre que ayude a las comunidades tamiles y cingaleses a «reconstruir la unidad que se había perdido. Al igual que su imagen volvió a su santuario de Madhu después de la guerra, pedimos al Señor que todos sus hijos e hijas de Sri Lanka puedan volver a la casa de Dios con un renovado espíritu de reconciliación y comunión».

Con información de Radio Vaticano