Lima (Jueves, 15-01-2015, Gaudium Press) Una vez más la Arquidiócesis de Lima ha dado inicio al Jubileo de las 40 horas de Adoración al Santísimo Sacramento que promueve la jurisdicción eclesial cada año. Esta iniciativa en torno a Jesús Sacramentado, que se realiza en la capital peruana desde hace más de cien años, comenzó el pasado 1º de enero y se extenderá durante todo el 2015, a manera de Jubileo Circular, en las parroquias de la Arquidiócesis.
La jurisdicción eclesial capitalina, desde el comienzo de este 2015, ha puesto a disposición los turnos para el Jubileo que tendrán lugar en los templos arquidiocesanos a partir de las 8:00 hasta las 19:00 horas, con excepción de los días del Santo Triduo Pascual.
La devocion al Santísimo Sacramento tiene sus raíces desde los principios del Cristianismo / Foto: Gaudium Press. |
Las jornadas de Adoración al Santísimo han sido inauguradas del 1º al 3 de enero en la Basílica del Rosario; continuaron luego en la Iglesia de la Santísima Trinidad, en las parroquias de El Sagrario y de la Santísima Cruz; posteriormente en el Monasterio Jesús, María y José; culminando este jueves 15 en las Parroquias de San Marcelo y de San Francisco de Asís.
En lo que queda del mes de enero, el Jubileo de las 40 horas transcurrirá en las iglesias de San Sebastián y del Sagrado Corazón de Jesús, en el Monasterio de las Trinitarias, en las parroquias de Nuestra Señora de Montserrat, San Roque, San Pedro, Santa Ana, Santiago Apóstol y la Capilla de la Casa de Ejercicios Santa Rosa. (Para consultar los turnos de las jornadas de Adoración del resto del 2015 en Lima, ingresa aquí).
Esta devoción Eucarística tiene sus raíces desde los principios del Cristianismo cuando en la Pascua del Señor se ayunaba, oraba y cantaban salmos durante 40 horas para recordar el tiempo que Jesús permaneció en el sepulcro, y preparar así la celebración pascual de la Resurrección. Asimismo, el número 40 está directamente asociado a un tiempo de purificación, tal como se refiere en las Sagradas Escrituras a los 40 días del Diluvio Universal y o los 40 años que pasó el Pueblo de Israel en el desierto, entre otros ejemplos. Igualmente, fueron 40 días y 40 noches los que pasó Jesús a solas en el desierto antes de iniciar su misión pública.
Ya en el siglo XVI, cuando difíciles y diversas situaciones atentaban contra la Iglesia, se difunde en Italia -especialmente en las ciudades de Roma y Milán- la devoción al Santísimo Sacramento. Pero fue San Carlos Borromeo, Arzobispo de Milán, quien le dio mayor forma a lo que hoy se conoce como el Jubileo de las 40 horas, tiempo en el cual se expone de manera solemne el Santísimo Sacramento par que los fieles puedan adorar a Nuestro Señor Jesucristo. Una devoción que luego fue establecida públicamente por el Papa Clemente VIII quien recomienda la «saludable oración de las cuarenta horas».
En Perú la devoción fue especialmente acogida en el siglo XIX, arraigándose en Lima, tanto así que el Papa Pío VII, en 1816, concedió la Indulgencia Plenaria a los fieles limeños que practicaran la Adoración Eucarística. Años después, en 1899, Mons. Manuel Tovar, entonces Arzobispo de Lima, establece que este ejercicio Eucarístico se realice a manera de Jubileo Circular, organizando turnos que se irían sucediendo en las parroquias de la ciudad, tal como ocurre actualmente.
Como sucede desde entonces, los fieles que participen de las 40 horas de Adoración Eucarística podrán obtener la Indulgencia Plenaria, siempre y cuando cumplan las condiciones establecidas para tal fin, recibiendo el Sacramento de la Confesión, comulgando y orando por las intenciones del Sumo Pontífice.
Con información del Arzobispado de Lima.
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