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Cochabamba (Miércoles, 29-07-2009, Gaudium Press) Alto de estatura y de carisma, de espiritualidad y de compromiso, está seguro que se encuentra frente a un gran desafío… Con la cabeza plateada y su rostro siempre de expresión bondadosa, este hombre de 61 años expresa gratitud a Jesucristo y a los que andan con él, y pide perdón a Dios y a quienes haya podido afectar con sus actuaciones, o que sientan por él odio o desprecio. Monseñor Tito Solari acaba de cumplir diez años como máxima autoridad de la Iglesia Católica en Cochabamba, Bolivia, en el corazón mismo de América del Sur.
En el silencio de cinco días de retiro espiritual, Monseñor Tito reflexionó, oró y se encontró con Dios para proyectar su misión de los próximos años. Diez años conduciendo la Iglesia en esta parte del valle boliviano es un acontecimiento que le llevó a buscar nuevas señales que iluminen el camino a seguir. «Por la gracia de Dios, he cumplido diez años de mi servicio en la Arquidiócesis de Cochabamba. Por este motivo, he visto conveniente hacer un alto en el camino y tomarme unos días para respirar, para orar, para reflexionar y mirar adelante. Deseo ver lo que el Señor me pide en el poco tiempo que me queda«, dijo.
Al tiempo de subrayar que comprende que es una oportunidad especial, expresó que «si el Señor espera algo de mí, esta es la última hora en que tengo que ofrecerle toda mi disponibilidad. ¡Tremendo desafío!», dice su mensaje.
Expresó su deseo de «apuntar a algo que valga la pena». A proponerse algún objetivo significativo para llevar adelante como Iglesia en los próximos cinco años. «Y si quisiera preguntarme cuál es el don más precioso que me ha dado el Señor durante estos diez años, respondería que ha sido el amor a los sacerdotes, a los religiosos/as, a los laicos y a los jóvenes, en una palabra el amor a mi Iglesia. Sí, las experiencias vividas, a veces muy duras, los esfuerzos compartidos con tantas personas, los anhelos cultivados en medio de mil sorpresas y dificultades, me han hecho crecer en el amor a la gente, a Cochabamba, sobre todo a los más sufridos… que son tantos«
Gracias y perdón
«Gracias al Señor y a todos los que andan conmigo, a todos los agentes pastorales: laicos, religiosos/as, sacerdotes y obispos y disculpas por mis actuaciones equivocadas o inadecuadas también van en primer lugar al Señor y luego a todos los que me acompañan y de manera especial a los que les he faltado y que me odian o desprecian. ¡Perdónenme!» concluye el mensaje de Monseñor Tito Solari, en una ordenación Diaconal, publicado en el número 434 de «El Mensajero«.
Monseñor Solari asumió la Sede Arzobispal de la Arquidiócesis de Cochabamba un 8 de julio de 1999, tras 11 años como obispo auxiliar en el oriental departamento de Santa Cruz.
Ya lleva más de 40 años en el sacerdocio de los cuales alrededor de 35 sirvió a Bolivia. Primero, en 1974, como párroco en San Carlos de Yapacaní. Allí establece la primera presencia Salesiana de la Inspectoría Véneta, acompañado de otros sacerdotes.
Esa valiosa experiencia le valió para que, entre 1981 y 1985, sea designado como Inspector Provincial de los Salesianos en Bolivia. Luego, en 1986, fue elegido Obispo titular de Acque Nuove de Numidia y Auxiliar de Santa Cruz de la Sierra y consagrado el año siguiente.
Más allá de su historia y tareas realizadas, Monseñor Tito es un hombre que irradia a su paso humildad y entrega a su labor. Su rostro es muy expresivo. Denota su tristeza o su alegría pero en sus ojos no se apaga nunca la luz de la esperanza por un mundo mejor.
Rechaza que en su presencia se halague su personalidad o su obra. Disfruta del transporte público para ir de un lado al otro porque dice que le gusta conversar con la gente.
Datos
Mons. Tito Solari Capellari nació en Pesaris di Prato Carnico, Italia, el 2 de septiembre de 1939. Sus padres Alfos y Dorina formaron una familia con 7 hijos. Terminó los estudios de Primaria en Pesaris y secundaria en Tolomezzo, bajo la guía espiritual de los padres salesianos.
En 1955 inició su noviciado en la Congregación Salesiana en Albarè – Verona, ordenándose como sacerdote en Pesaris, el 23 de diciembre de 1966. En 1974 llega a Bolivia donde, en San Carlos de Yapacaní, como párroco, se hace cargo de la primera presencia Salesiana de la Inspectoría Véneta Este con algunos compañeros, los padres, Vicente, Aquilino, Negris y el hermano Severino.
Ejerció como Inspector Provincial de los Salesianos en Bolivia desde 1981 hasta el año 1986. Fue elegido Obispo titular de Acque Nuove de Numidia y Auxiliar de Santa Cruz de la Sierra el 16 de diciembre de 1986 y consagrado el 19 de marzo de 1987, siendo Arzobispo Mons. Luís Rodríguez P.
Por Elizabeth Paravicini G.
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