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Manila (Viernes, 16-01-2015, Gaudium Press) La extraordinaria alegría expresada por los católicos filipinos al recibir al Papa Francisco en su llegada al país asiático puede hacer olvidar con facilidad que el motivo de la presencia del Pontífice es llevar consuelo a una región devastada por un tifón y otros desastres naturales acaecidos desde entonces. ¿Cuál es el secreto de un pueblo a la vez sufriente y alegre?
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| El Cardenal Luis Antonio Tagle pronuncia el mensaje de bienvenida al Papa Francisco tras la Eucaristía en la Catedral de Manila. Foto: Centro Televisivo Vaticano. |
El Cardenal Luis Antonio Tagle, Arzobispo de Manila, Filipinas, dio la bienvenida formal al Papa Francisco a su llegada a la Catedral para la Eucaristía con los Obispos, sacerdotes religiosos y fieles. El prelado describió el templo, reconstruido varias veces y que concluyó recientemente un extenso trabajo de restauración (ver noticia anterior), como un «símbolo del pueblo filipino» y lo comparó con la actitud de los habitantes del país, capaces de reponerse de las graves tragedias que los han afectado.
«El filipino tiene dos tesoros: la música y la fe», comentó el Cardenal al Pontífice, citando las palabras del primer Provincial filipino de los Jesuitas, P. Horacio de la Costa. «Nuestras melodías hacen que nuestros espíritus se eleven por encima de las tragedias de la vida. Nuestra fe nos hace levantar una y otra vez después de los incendios mortales, terremotos, tifones y guerras». Esta valiosa combinación es el «secreto» de la supervivencia del pueblo filipino. Una fe que permite volverse a levantar en medio del sufrimiento y una alegría expresada en la música que permite hacer más amable el trabajo de quien debe continuar después de una grave pérdida. «Estamos afligidos en todas las formas posibles», describió el purpurado sobre las recientes tragedias, «pero no estamos destruidos».
Sobre la presencia del Papa en el país, el Arzobispo recordó la gran trascendencia de la misión apostólica del Sucesor de Pedro para la Iglesia local. «Usted trae el fuego, no para destruir sino para purificar. Usted trae un terremoto, no para destruir, sino para despertar. Usted trae armas, no para matar sino para dar seguridad», indicó el purpurado. «De hecho: Tú eres Pedro, la roca sobre la que Jesús edifica su Iglesia. Tú eres Pedro que viene para fortalecer a sus hermanos y hermanas en la fe».
Las palabras finales del saludo del Cardenal Tagle hicieron nuevamente referencia a la resiliencia de los filipinos, dando la bienvenida al Papa a «esta bendita tierra de incansable esperanza, de música infinita y de fe gozosa. Con su visita, sabemos que Jesús va a renovar y reconstruir Su Iglesia en las Filipinas», concluyó el Arzobispo.
Con información de News.va.
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