Mons. José Luis Lacunza Maestrojuán Foto: Agustinosrecoletos.org |
Ciudad de Panamá (Viernes, 16-01-2015, Gaudium Press) Al término de su 201ª Asamblea Plenaria, realizada del 12 al 16 de enero, los obispos de Panamá ha emitido comunicado que inicia agradeciendo al Pontífice la reciente designación de Mons. José Luis Lacunza Maestrojuán, obispo de David, como el primer Cardenal panameño de la historia.
En la perspectiva de la continuación Sínodo de la Familia, los prelados constatan la crisis familiar actual, y deploran la no existencia de «políticas públicas realmente orientadas a la protección, atención y promoción integral de la institución familiar, coherentes con los principios naturales que la tutelan y con los valores humanos y religiosos que comparten la inmensa mayoría de los panameños».
Luego, tras recordar que el 2015 el Papa lo dedicó a la Vida Consagrada, los obispos de Panamá agradecen «la entrega y el servicio de los consagrados, e invita a todos a orar por ellos, celebrando en la fe y reflexionando sobre su aporte a nuestras comunidades».
Sobre la realidad política del país, el episcopado panameño insta a una investigación completa y combate de la corrupción existente: «Ahora más que nunca debemos tener la certeza del castigo para recuperar la confianza en la institucionalidad y en el sistema de justicia». Asimismo recuerdan que «El fortalecimiento de la institucionalidad, la transparencia, la justicia, para que sean efectivas exigen tener como parámetros la persona y el bien común».
Una campaña de valores
«Nuestra sociedad está enferma», constata el episcopado de Panamá. «Lo bueno se ve como malo y lo malo como bueno». Ante esa situación, «llegó la hora ciudadana para restablecer los valores éticos y morales. Iniciemos hoy mismo el despertar de esa conciencia cívica, y que ninguno se quede por fuera: Gobierno, Sociedad Civil, organizaciones políticas y empresariales, clubes cívicos, gremios de profesionales, sindicatos, iglesias, todos los panameños de buena voluntad. Demos el paso, porque el país se nos pierde ante nuestros ojos. En la consolidación de un Panamá próspero todos los sectores sociales debemos realizar nuestro aporte teniendo muy presente que los panameños más excluidos del bienestar deben ser nuestros hermanos preferidos y a quienes debemos dirigir nuestra atención prioritariamente».
El mensaje del episcopado panameño concluye encomendando el país a Santa María la Antigua, Patrona de Panamá.
Con información de la Oficina de Comunicaciones del Episcopado Panameño
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