Nairobi (Lunes, 19-01-2015, Gaudium Press) La Iglesia Católica en Kenia ha solicitado nuevamente de manera formal la suspensión de las campañas de vacunación contra el tétanos en el país hasta que las vacunas «hayan sido probadas apropiadamente y certificadas como seguras». La inquietud sobre esta vacuna se despertó a raíz de análisis particulares que encontraron efectos anticonceptivos en la sustancia empleada, por cuanto la vacunación podría tener una finalidad de esterilización encubierta de poblaciones vulnerables. La controversia no termina tras la presentación de los resultados de un comité conjunto, debido a la manipulación ejercida por el Ministerio de Salud y denunciada por los prelados.
La vacunación contra el tétanos ha sido el origen de una agitada controversia en Kenia por la posible esterilización encubierta de la población. Foto: Organización Mundial de la Salud. |
En una declaración de la Conferencia de Obispos Católicos de Kenia emitida el pasado 14 de enero, los prelados hicieron un recuento del caso, desde las primeras advertencias realizadas en marzo de 2014 hasta los resultados más recientes. Para los Obispos reiteraron que «las vacunas empleadas para las campañas masivas de vacunación contra el tétanos en marzo y octubre de 2014 contenían algunos recipientes con mezcla de beta HCG». Este elemento provoca una reacción del sistema inmunológico en contra del HCG natural (una hormona producida durante el embarazo) que puede producir infertilidad de manera permanente.
Las pruebas de la Iglesia
Según los Obispos, la preocupación por la estrategia de vacunación comenzó por los reportes de casos anteriores en México, Nicaragua y Filipinas en los cuales se registraron casos de infertilidad tras las campañas financiadas por la Organización Mundial de la Salud y Unicef. Como la campaña llevada a cabo en Kenia tenía las mismas características y la misma financiación, la Iglesia pidió comprobar la seguridad de las vacunas, petición que no fue tenida en cuenta por el Ministerio de Salud del país. Ante la negativa, la Iglesia obtuvo «con dificultad» nueve muestras de la vacuna que envió a cinco laboratorios privados. «Un tercio de los recipientes fue hallado con mezcla de beta HCG», declararon los Obispos.
El Ministerio de Salud rechazó estos estudios y aseguró haber realizado pruebas que comprobaron la seguridad de las vacunas, lo que suscitó un amplio debate nacional que derivó en un acuerdo para realizar pruebas conjuntas (ver noticia anterior). La Iglesia aportó las muestras empleadas en los estudios anteriores, pero «para la sorpresa del comité conjunto, el Ministerio de Salud no tenía recipientes de los cuales se hubieran extraído muestras y hecho pruebas anteriormente como afirmaba. No tenían tampoco resultados de laboratorio de dichas pruebas previas», denunciaron los prelados. «No sorprende entonces que todos sus recipientes estuvieran sellados».
Las pruebas conjuntas confirmaron el resultado de tres recipientes aportados por la Iglesia con mezcla del compuesto con efecto contraceptivo, mientras que las muestras estatales resultaron libres de mezcla. Después de varias prórrogas por aprte de los miembros estatales del comité en divulgar los resultados, sorpresivamente el Ministerio aportó 40 muestras más para ser incluidas en el estudio un día antes de su divulgación. «Esto fue hecho buscando crear una dilución y un sesgo sobre los tres recipientes que fueron positivos», denunció la Conferencia de Obispos.
Basada en estos hechos, la Iglesia reafirmó los resultados de los estudios previos, recordó que todas las muestras que empleó fueron obtenidas durante las campañas de vacunación y pidió la suspensión de las campañas de vacunación contra el tétanos en Kenia mientras no se resuelva de certifique de modo apropiado la seguridad e idoneidad de las vacunas empleadas.
Con información de Conferencia de Obispos Católicos de Kenia.
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