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Hanói (Martes, 20-01-2015, Gaudium Press) El Cardenal Fernando Filoni -prefecto de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, quien se encuentra de visita en Vietnam esta semana- no impide que se trasluzca su alegría por lo que encuentra en la práctica de la fe de las gentes del país. «Estoy muy contento de estar aquí con ustedes y agradezco de corazón a la Conferencia Episcopal por la invitación que me permite visitar vuestro país. En esta ocasión, podré ver con mis ojos la vitalidad de vuestra Comunidad, la fe firme de los fieles vietnamitas», afirma. El purpurado se reunió hoy con la Conferencia Episcopal y sostuvo también un encuentro con los sacerdotes de Hanói.
Destacó el Cardenal que la práctica religiosa es alta «no sólo el domingo, sino también los días entre semana». Las organizaciones laicales florecen por doquier y en todas las diócesis los fieles «muestran un interés particular por la Palabra de Dios y el estudio del catecismo. Por otra parte, están deseosos de contribuir con sus propios esfuerzos y capacidades a la edificación y al desarrollo de la Iglesia, y también del País».
El Cardenal Filoni recordó los ingentes esfuerzos misioneros que llevaron la fe a esas tierras, semillas que fueron traídas por los Jesuitas, los Padres de las Misiones Extranjeras de París, los Dominicos, los Agustinos, los Franciscanos y tantos otros. «Las pequeñas semillas se han radicado en la cultura y en las costumbres, de tal manera que hoy la fe ha entrado en la vida de tantos cristianos vietnamitas. En el 2010, la Iglesia en Vietnam ha celebrado un Año Jubilar conmemorando los 350 años de la creación de los primeros dos vicariatos apostólicos y los 50 años de la creación de la Jerarquía. Hoy queremos recordar los 400 años del inicio de la Evangelización».
En sus palabras a los obispos vietnamitas el purpurado incentivó la asimilación de la Exhortación Apostólica Evangelii Gaudium. Y en su encuentro con los sacerdotes, recordó el ejemplo a imitar de San Andrea Dung-Lac y sus 126 compañeros mártires, e incentivó la práctica de una seria vida espiritual, pues «el sacerdocio no es un trabajo o un oficio burocrático que se puede desarrollar durante un tiempo y después basta». Es preciso que los sacerdotes se donen a la grey, a imitación de Jesús, sirviéndola con caridad pastoral.
Con información de Radio Vaticano
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