Puerto Alegre (Martes, 21-01-2015, Gaudium Press) Las conmemoraciones en preparación de la 140ª Fiesta de Nuestra Señora de los Navegantes de la Arquidiócesis de Puerto Alegre, en el estado de Río Grande del Sur, Brasil, comenzaron el último domingo, día 18 de enero, cuando ocurrió la procesión de traslado de la imagen de María, del Santuario de Navegantes hasta el Santuario Nuestra Señora del Rosario, en el Centro de la capital gaucha.
Imagen de Ntra. Sra. de los Navegantes Petrópolis, Brasil |
La procesión de traslado de este año retornó a su tradicional trayecto, haciendo con que la imagen fuese conducida del Santuario de Navegantes, siguiendo por la avenida Sertório hasta la Presidente Roosevelt. En seguida, continuó hasta la avenida Farrapos en dirección al viaducto de la Concepción, entrando en la calle Voluntarios de la Patria y yendo hasta la Vicario José Ignacio para llegar a la iglesia de Nuestra Señora del Rosario. La imagen estará en el lugar hasta el día 2 de febrero, cuando ocurrirá la tradicional procesión de retorno al Santuario.
Hubo además, un poco antes de la procesión, la celebración conocida como «misa de despedida» de la imagen. Fue iniciada también la novena en honra a la patrona, que tendrá como tema la primera exhortación apostólica del Papa Francisco «La alegría del evangelio».
Ya la fiesta de Nuestra Señora, que en esta edición tendrá como tema «Navegantes: Hace 140 años un espacio de fe, cultura y solidaridad», será realizada el día 2 de febrero, con la tradicional procesión, seguida de misa presidida por el representante del Papa, Nuncio Apostólico Mons. Giovanni D’Aniello. Se estima la participación de 300 mil fieles.
Historia de la devoción
Es la mayor fiesta religiosa de Río Grande del Sur. La fe y la denominación de la advocación de la Santa Virgen tienen inicio en el siglo XV, con la navegación de los europeos, especialmente con los portugueses. Las personas que viajaban por el mar pedían protección a Nuestra Señora para retornar a sus hogares. María era vista como protectora de las tempestades y demás peligros que el mar y los ríos ofrecían.
La primera imagen fue traída de Portugal junto con los navegantes.
Pedro Álvares Cabral traía en su buque insignia una imagen de Nuestra Señora de la Buena Esperanza, siendo llevada hasta la India, donde una capilla en su homenaje fue erguida y allí quedó hasta el siglo XVII bajo la guardia de franciscanos y custodia de descendientes de Cabral. Actualmente, la imagen está en la Iglesia de la Sagrada Familia, en Belmonte, Portugal. (FB)
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