Ciudad del Vaticano (Jueves, 22-01-2015, Gaudium Press) Al comentar el Evangelio del Día en la Casa Santa Marta, el Papa describió de la esperanza que los israelitas tenían en el Señor.
«El pueblo siente esto [la fuerza de la Palabra de Dios] y ve que en Jesús se cumplen las promesas, que en Jesús hay una esperanza». Cuando el pueblo «ve a Jesús y siente a Jesús, las propuestas de Jesús, las bienaventuranzas… siente dentro algo que se mueve – ¡es el Espíritu Santo que despierta eso! – y el pueblo va a ver a Jesús».
Foto: Radio Vaticano |
El Papa reconoce que la gente va a Jesús buscando curación, su bien personal: «Jamás – afirmó el Papa -podemos seguir a Dios con una intención pura desde el inicio, siempre nos reservamos algo para nosotros, un poco para nosotros, un poco para Dios… Y el camino es purificar esta intención. Y la gente va, sí, busca a Dios, pero también busca la salud, la curación. Y se acercaban a Él para tocarlo, para que saliera esa fuerza y los curara».
Entretanto, la curación física es «signo de otra curación». Lo más importante es expresado en la Carta a los Hebreos: «Cristo puede salvar perfectamente a aquellos que por medio de Él se acercan a Dios». Y destacó que «Jesús salva y Jesús es el intercesor». «Éstas – dijo el Pontífice – son las dos palabras clave»:
«¡Jesús salva! Estas curaciones, estas palabras que llegan al corazón son el signo y el inicio de una salvación. El itinerario de la salvación de tantos que comienzan a ir para escuchar a Jesús o para pedir una curación y después vuelven a Él y sienten la salvación», expresó el Pontífice.
Jesucristo intercesor
La curación es obtenida también por una intercesión: «Jesús ante el Padre, ofrece su vida, la redención, hace ver al Padre las llagas, el precio de la salvación. Y todos los días, así, Jesús intercede. Y cuando nosotros, por una cosa o por otra, estamos un poco deprimidos, recordamos que es Él quien reza por nosotros, intercede por nosotros continuamente. Tantas veces olvidamos esto: ‘Pero Jesús… sí, ha terminado, se fue al Cielo, nos ha enviado al Espíritu Santo, fin de la historia’. ¡No! Actualmente, en cada momento, Jesús intercede. En esta oración: ‘Pero, Señor Jesús, ten piedad de mí’. Intercede por mí. Dirigirse al Señor, pidiendo esta intercesión».
Jesucristo Salvador
Jesús es también salvador: «Salvador e Intercesor. Te hará bien recordar esto. «Así la gente busca a Jesús con esa intuición de la esperanza del pueblo de Dios, que esperaba al Mesías, y trata de encontrar en Él la salud, la verdad, la salvación, porque Él es el Salvador y como Salvador aún hoy, en este momento, intercede por nosotros. Que nuestra vida cristiana – fue la oración conclusiva del Papa – esté cada vez más convencida de que nosotros hemos sido salvados, que tenemos un Salvador, Jesús a la diestra del Padre, que intercede. Que el Señor, el Espíritu Santo, nos haga entender estas cosas».
Con información de Radio Vaticano
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