Washington (Viernes, 23-01-2015, Gaudium Press) El secreto de confesión no es un tema ligero para la Iglesia Católica. Incluso aunque tuvieran que poner en riesgo su propia vida, los sacerdotes católicos están obligados a mantener en secreto el contenido de las confesiones de los penitentes en toda circunstancia. Por este motivo la Diócesis de Baton Rouge, Estados Unidos, reafirmó su compromiso de proteger por todos los medios posibles el derecho a la libertad religiosa de uno de sus sacerdotes, quien enfrenta un proceso jurídico por no haber denunciado un delito que presuntamente habría conocido durante una confesión sacramental.
Padre Jeffrey Bayhi, quien podría ir a prisión por no violentar el sercreto de confesión. Foto: The Catholic Thing. |
Una de las posibilidades de resolver el caso en favor del presbítero afectado, el P. Jeffrey Bayhi, era una solicitud de revisión ante la Corte Suprema de Estados Unidos para que se revirtiera la decisión de la Corte Suprema de Louisiana de desconocer el secreto de confesión y obligar a los sacerdotes a testificar en casos de abuso de menores. Sin embargo, la Corte Suprema negó esta solicitud. «La Diócesis y el P. Bayhi están decepcionados de que la Corte negara esta petición, al menos en esta fase, de intervenir en este caso, el cual tiene ramificaciones significativas para la libertad religiosa en Luisiana y más allá», declaró la Diócesis.
La Diócesis aclaró que el recurso no era la última opción legal de defensa del sacerdote, quien no está involucrado en modo alguno en el delito denunciado y quien está obligado por la Iglesia a no servir como testigo por el carácter sagrado del secreto sacramental. Por este motivo anunció que tanto la Diócesis como el sacerdote «continuarán sus esfuerzos para proteger las garantías de la libertad religiosa» y confía en que dichas acciones serán eventualmente exitosas.
La situación legal del sacerdote, dadas las nuevas condiciones, continúa suscitando una gran preocupación. Después de que el P. Bayhi fue vinculado a la investigación después de que una joven víctima de abuso afirmara haber relatado los hechos durante una confesión sacramental, la pretensión de obligarlo a declarar como testigo podría llevar al presbítero a prisión, puesto que él no podría revelar dicha información. Además, la familia demandó tanto al sacerdote como a la Diócesis por presuntos daños y perjuicios ocasionados por la supuesta omisión en denunciar oportunamente.
«Esto no tiene precedente en la historia de nuestro país», alertó a National Catholic Register Thomas McKenna, presidente del grupo Catholic Action for Faith and Family (Acción Católica por la Fe y la Familia). «El estado no tiene derecho a exigirle a él (el sacerdote) que rompa su obligación. Eso es muy preocupante y atemorizante. Lo que tenemos aquí es el estado diciendo a la religión que ellos deben reestructurar y reordenar la religión». Por este motivo invitó a los católicos a orar para obtener una justa resolución del caso.
Con información de Diócesis de Baton Rouge y National Catholic Register.
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