El Papa enseña el modo de obedecer la voluntad de Dios

Ciudad del Vaticano (Martes, 27-01-2015, Gaudium Press) En su homilía durante la misa en la Casa Santa Marta, el Papa Francisco trató sobre cómo percibir y cumplir con la voluntad divina, lo que constituye la obediencia a Dios.

Primero, es necesario orar y pedir cada día a Dios la gracia de comprender su voluntad, la gracia de seguirla y la gracia de realizarla totalmente. La «obediencia a la voluntad de Dios» «es el camino de la santidad, del cristiano», es decir, que «el plan de Dios sea realizado», que «la salvación de Dios se cumpla». Lo contrario es lo ocurrido con Adán, quien desobedeció y trajo con ello el mal a la humanidad.

Foto: Radio Vaticano

Es preciso seguir el ejemplo de Jesús, de la Virgen. Jesús, segunda persona de la Trinidad, en la voluntad de obedecer al Padre. Pero en la tierra el camino del Señor comienza con la Virgen, quien responde al Ángel «Que se haga lo que tú dices», es decir que se haga la voluntad de Dios. Y con aquel «sí» al Señor, el Señor ha comenzado su recorrido entre nosotros.

En el camino del hombre «cada día nos presentan tantas opciones sobre una bandeja». Ante dichas opciones, no todas buenas, hay que escoger aquellas en las que se cumpla la voluntad de Dios.

«¿Yo rezo para que el Señor me de las ganas de hacer su voluntad, o busco compromisos porque tengo miedo de la voluntad de Dios? -preguntó el Papa. Y otra cosa: rezar para conocer la voluntad de Dios sobre mi vida, sobre la decisión que debo tomar ahora… tantas cosas. Sobre el modo de administrar las cosas… La oración para hacer la voluntad de Dios, y la oración para conocer la voluntad de Dios. Y cuando conozco la voluntad de Dios, también la oración, por tercera vez: para hacerla. Para cumplir aquella voluntad, que no es la mía, es la de Él. Y no es fácil».

Resumiendo, «hay que rezar para tener ganas de seguir la voluntad de Dios, rezar para conocer la voluntad de Dios y rezar – una vez conocida esta voluntad – para ir adelante con la voluntad de Dios»:

«Que el Señor nos dé la gracia, a todos nosotros, que un día pueda decir de nosotros lo que dijo a aquel grupo, aquella muchedumbre que lo seguía, aquellos que estaban sentados en torno a Él, como hemos escuchado en el Evangelio: He aquí mi madre y mis hermanos. El que hace la voluntad de Dios, éste para mí es hermano, hermana y madre. Hacer la voluntad de Dios nos hace ser parte de la familia de Jesús, nos hace madre, padre, hermana, hermano», concluyó el Pontífice.

Con información de Radio Vaticano