Ciudad del Vaticano (Miércoles, 28-01-2015, Gaudium Press) El Papa Francisco estuvo en la Sala Pablo VI ayer 28, para su tradicional Audiencia General de los miércoles.
El Pontífice retornó al asunto de la catequesis sobre la familia, abordando en la ocasión el tema ‘el padre’. El pasaje del Evangelio leído fue de San Juan, 14,18: No os dejaré huérfanos. Y la reflexión de Francisco giró en torno de esa afirmación.
Padre: sentido de ayer, sentido de hoy
«Esta palabra -padre- posee un sentido universal y es muy querida a los cristianos, pues Jesús nos enseñó a llamar así a Dios y la usaba para manifestar su relación especial con Él», recordó el Pontífice.
El Papa mostró que hoy en día, sobre todo en la cultura occidental, el concepto de padre está en crisis; la figura del padre está simbólicamente ausente.
Cuando ese cambio de concepto fue iniciado él fue visto y aclamado como liberación del ‘padre-patrón’. «Con el tiempo, eso fue cambiando de un extremo para otro», prosiguió Francisco: Hoy en día, el problema no es más la presencia invasiva de los padres, sino su ausencia: los padres están ‘forajidos’, concentrados en sí mismos y dejan a los hijos en una sensación de orfandad.
A dónde llegamos
«La ausencia del padre es muy nociva para los niños y los jóvenes, produce lagunas y heridas que pueden ser muy graves; y sin perspectivas y valores, ellos se quedan vacíos y propensos a buscar ídolos que llenen sus corazones».
«Pero también cuando están en casa, muchas veces (los padres) no se comportan como padres, no cumplen su papel educativo, no dan a sus hijos, con su ejemplo, los principios, valores y reglas de vida que precisan», mostró el Pontífice.
Padres ‘perdidos’…
En nuestros días, dijo el Papa, hay casos en que los padres no saben bien qué lugar ocupan en la familia y, en la duda, se abstienen u optan por una relación ‘de igual para igual’ con los hijos: «Es verdad que se debe ser compañero de los hijos, pero sin olvidarse que son padres…»
…huérfanos de padres vivos
«Su ausencia deja a los jóvenes sin caminos seguros, sin maestros en los cuales confiar. [Los jóvenes] Quedan huérfanos de ideales que les entibien los corazones, huérfanos de valores y de esperanzas que los amparen en el día a día. Son llenados por ídolos, pero les es robado el corazón, son llevados a soñar con diversiones y placeres, pero no se les da chance de trabajar, son ilusionados con el dios-dinero y privados de las verdaderas riquezas».
Ahí, el Papa Francisco recordó la promesa de Jesús en el Evangelio: «No os dejaré huérfanos» y, afirmó: solamente a través de Cristo la paternidad puede realizar todas sus potencialidades, según el plan de Dios, nuestro Padre.
Al final de sus palabras el Santo Padre quiso aclarar que hoy había abordado exclusivamente las problemáticas derivadas de la ausencia de la figura paterna; y por eso fue un poco ‘negativo’.
Prometió, entonces, que en la próxima Audiencia General de miércoles, será analizada la belleza de ser padre y la luminosidad de esta condición:
«De la oscuridad de hoy, pasaré a la luz», prometió. (JSG)
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