Jerusalén (Martes, 03-02-2015, Gaudium Press) Tierra Santa ha sido desde los primero siglos de cristianismo un lugar natural de peregrinación entre los católicos. Por esto no es de extrañar que numerosas comunidades religiosas deseen participar de la vida de fe cristiana en el mismo lugar en el cual Jesús predicó y dio la vida por todos los hombres. Con motivo de la reciente Jornada Mundial de la Vida Consagrada, celebrada el pasado 02 de febrero, el Patriarcado Latino de Jerusalén destacó el testimonio de los consagrados en su territorio, ofreciendo un balance de las características de esta presencia de servicio y adoración.
Los religiosos franciscanos de la Custodia de Tierra Santa son por privilegio y misión de la Iglesia la orden más emblemática de los Santos Lugares. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press |
«La Iglesia Católica en Tierra Santa es enriquecida por la presencia de muchas órdenes y congregaciones que vinieron a dar testimonio y servir en la Iglesia Madre de Jerusalén», recuerda el Patriarcado Latino en su servicio informativo. «De acuerdo a sus propios carismas, ellos reciben y cumplen misiones de oración, testimonio, caridad, educación y hermandad». El Patriarcado destaca la presencia de la Custodia de Tierra Santa, institución franciscana a la cual fue encomendado especialmente por la Iglesia el cuidado de los Santos Lugares. Además de esta misión particular, la Custodia cuenta con más de 31 conventos, escuelas, centros de formación y varias parroquias. Su presencia en Tierra Santa se remonta al año 1217.
Hombres y mujeres de Dios
Además de ellos, existen 30 órdenes y congregaciones masculinas presentes en Tierra Santa, que desarrollan un amplio espectro de actividades desde la adoración en monasterios contemplativos hasta el apoyo de misiones de educación, salud y programas sociales. «Entre las congregaciones más grandes están los Salesianos, los Hermanos de La Salle, Los Benedictinos de La Dormición, los Padres Dominicos en la Escuela Bíblica, los Trapenses de Latroun, los Misioneros del Verbo Encarnado en Gaza, los Carmelitas en Haifa (presentes desde 1631) y los Padre Blancos.
73 órdenes religiosas femeninas se encuentran presentes en Tierra Santa. Foto: Gustavo Kralj / Gaudium Press |
El número de órdenes femeninas supera ampliamente a las de religiosos varones: en la jurisdicción del Patriarcado Latino de Jerusalén se encuentran 73 congregaciones y órdenes de religiosas. Entre ellas se destaca la de las Hermanas del Rosario, fundadas en Tierra Santa en 1880 por la Beata Marie Alphonsine Ghattas, quien será canonizada próximamente. La primera congregación femenina en hacer presencia en el territorio fue la de las Hermanas de San José de la Aparición, quienes llegaron en 1848 y aún administran escuelas y hospitales, además de servir en parroquias y en un hogar de ancianos.
Otras congregaciones femeninas con gran representación son las Carmelitas de Belén en el Monasterio de la Santísima Virgen de Jesús Crucificado, las Hermanas Franciscanas del Inmaculado Corazón de María, las Hermanas de Santa Dorotea, las Monjas de Belén en Bet Gemal y Deir Rafat, las Franciscanas Misioneras Hermanas de María, entre otras.
Esta abundante presencia en un territorio relativamente pequeño da cuenta de la gran importancia espiritual que Jerusalén y Tierra Santa tienen para la Iglesia Católica. «¿Que director de una congregación, qué fundador, qué Abad no ha soñado con comenzar una congregación en Tierra Santa o Jerusalén, para adorar a Dios en la vecindad de los Santos Lugares, para protegerlos y mantenerlos?», se cuestiona el artículo.
Con información de Patriarcado Latino de Jerusalén.
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